Los legisladores de la UE parecen dispuestos a dar marcha atrás en su batalla con el BCE y votar a favor de la alemana Claudia Buch como la próxima máxima autoridad bancaria del bloque, en una medida que podría despejar el camino para que España gane el puesto más codiciado de dirigir el Banco Europeo de Inversiones.
Los eurodiputados habían estado considerando mostrar sus músculos ante el nombramiento para presidir el Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo, que tienen el poder de bloquear, después de que la semana pasada Frankfurt desafiara sus deseos apoyando a Buch. En cambio, el Parlamento quería a la española Margarita Delgado, a quien los legisladores consideraban más experimentada y dura.
Pero antes de una audiencia y una votación del comité el miércoles, los funcionarios del Parlamento dicen ahora que, después de todo, los grandes grupos políticos se están inclinando por apoyar la elección del BCE.
“Será una audiencia dura, pero al final no habrá argumentos importantes para desaprobar”, dijo un funcionario, al que se concedió el anonimato para hablar libremente porque las discusiones son confidenciales.
El puesto se ha visto absorbido por batallas políticas más grandes por los altos cargos de la UE, en particular la de la carrera para convertirse en el próximo presidente del BEI, un papel que viene con el dinero de la UE para gastar. Después de que los eurodiputados respaldaran a Delgado para el puesto del BCE, la viceprimera ministra de España, Nadia Calviño, se lanzó al ruedo para el BEI, donde se enfrenta a Margrethe Vestager, actualmente de licencia como jefa digital y antimonopolio de la UE.
Vergonzoso y complicado
Se espera que algunos eurodiputados españoles disientan en la votación secreta, e incluso han estado haciendo campaña contra Buch, pero el impulso se está inclinando hacia ella, siempre y cuando no estropee su audiencia pública.
Los legisladores de la UE están retrocediendo ante un importante choque institucional con el BCE por el puesto porque se considera que la alemana, que es vicepresidenta del Bundesbank, está calificada para el puesto, incluso si no era su primera opción.
Si bien algunos eurodiputados describieron la semana pasada la decisión del BCE de optar por Buch como “vergonzosa” y “complicada”, ahora están mucho más tranquilos. Un comodín podría ser la naturaleza secreta de la votación, que podría permitir a los eurodiputados individuales tener más libertad para desafiar la línea del partido.
Como ocurre con todas estas decisiones, existen repercusiones más amplias. En el juego de salón de Bruselas sobre puestos clave, la idea de entregar dos altos puestos financieros (dirigir el BEI y el consejo de supervisión del BCE) a españoles es difícil de vender.
Por lo tanto, el gobierno español puede no estar demasiado molesto porque Delgado pierda, incluso si la nominación de Buch llevaría a un alemán nuevamente a la cima de una institución de la UE, justo cuando Werner Hoyer, el actual presidente del BEI, se marcha.
Bjarke Smith-Meyer contribuyó con el reportaje.