Ha quedado claro desde el inicio de la temporada que Xavi Hernández y el Barcelona han seguido un estilo de juego más ofensivo, pero eso ha tenido un coste. Caracterizado por la inclusión de Joao Félix y Joao Cancelo en el equipo, el Barcelona se ha vuelto más creativo, pero mucho menos sólido.
Diario AS Cabe destacar que Xavi siempre se mostró contrario al fichaje de Félix, y sólo acabó aceptando su llegada ante la insistencia de Joan Laporta y Deco. A pesar de su comienzo explosivo y algunas actuaciones sólidas desde entonces, la influencia de Félix ha seguido disminuyendo desde entonces. Está en su peor comienzo goleador en una temporada de La Liga con 13 partidos y no ha marcado en 11 partidos.
Si bien Félix sin duda hace que el Barcelona sea más impredecible como salida de ataque, tampoco puede presionar tanto a las alternativas (Gavi, antes de su lesión, Ferran Torres, Raphinha). Asimismo, Cancelo está demostrando ser una elección arriesgada como lateral derecho. Los números defensivos del Barcelona han caído por un precipicio con respecto a la temporada pasada, mientras que Cancelo promedia 16,5 pérdidas de balón por partido.
Xavi estaba interesado en fichar a Cancelo, y había solicitado su presencia la temporada pasada, pero la incorporación de las dos estrellas portuguesas ha impactado negativamente en la salida de Alejandro Balde en el lateral izquierdo. El impacto ofensivo de Cancelo también ha disminuido gradualmente desde el comienzo de la temporada, con Xavi intentando moverlo contra Real Madrid, Real Sociedad y Alavés para mantener su impacto sin exponer a los blaugrana defensivamente.
Ahora, con la lesión de Gavi, el dolor de cabeza defensivo de Xavi se volverá aún más severo, tras la pérdida de su capacidad de presión. Xavi ahora debe decidir si modifica su sistema de forma más permanente, se queda con un 4-3-3 e intenta perfeccionar la presión, o considera dejar caer a uno de ellos a favor de un esfuerzo más cohesivo sin balón.
