Caravaca de la Cruz, una ciudad en estado de gracia

Caravaca de la Cruz es este domingo una ciudad en estado de gracia. En pleno avance de los valores postmaterialistas, la espiritualidad late con fuerza desde esta mañana en la que ya es la gran puerta de entrada de peregrinos y turistas a la Región de Murcia. Los primeros se mezclaban a primera hora con la comitiva de autoridades religiosas, civiles y militares concentrada en la plaza del Arco, que les recibía con sus tiendas de recuerdos, con las cruces como ‘must’, abiertas de par en par. «Es la tercera vez que peregrinamos, y es muy especial para nosotros. Es naturaleza, reencuentro con nuestra tierra, reconexión con la fe cristiana», cuentan felices después de haber andado desde las cinco de la mañana arropados por bosques de pinos desde Bullas hasta su pueblo, Caravaca de la Cruz, Juan Alberto Yago, José María Sánchez y Salvador Sánchez, amigos de la infancia que hoy desarrollan en otras ciudades sus profesiones de enfermero, ingeniero y docente.

Con otro afán alejado de la Religión pero imbricado también en la espiritualidad, «en los lugares que conectan el cielo con la tierra», Aisa Ayoubi y Mercedes, jubilados residentes en Gerona, han pasado la noche con su caravana aparcada en Caravaca, y a primera hora emprenden la subida al castillo buscando su paz. El mismo impulso que empuja a los ecuatorianos Margot Torres y su marido a viajar con su coche desde Torre Pacheco para asistir a la eucaristía en la Basílica que conserva parte del Lignum Crucis, que primero fue guardada por los caballeros Templarios y, tras su desaparición, por la Orden de Santiago. «Somos muy creyentes y queremos hacer el camino en cuanto consigamos juntar días», comentan mientras escogen una cruz de Caravaca en la tienda de recuerdos para enviarla a su familia en Ecuador.

Un grupo de peregrinos.

Asignado

Cada siete años, la ciudad de la Cruz es destino de miles de visitantes y peregrinos que llegan hasta la Basílica para encontrarse con la Sagrada Reliquia, y el matrimonio quiere sumarse al millón de visitantes –casi el doble que en el anterior Año Jubilar– que esperan este año en Caravaca. Unas cifras que el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, repasaba tras completar, con la comitiva, la subida por la cuesta del Castillo con el empuje musical de los pasodobles de la Agrupación Musical de Caravaca: «Dejarían un impacto económico en la comarca del Noroeste superior a los 200 millones de euros, y más de 2.000 puestos de trabajo. Caravaca es hoy el centro de la Cristiandad».

Confían en que así sea María del Mar y Antonia García, madre e hija propietarias de la tasca Isi, la más antigua de Caravaca de la Cruz, que cada siete años recupera la alegría con el peregrinar de miles de devotos. «Lo notamos muchísimo, es una alegría diferente que podemos esperar cada siete años», y que arrancaba a las nueve de esta mañana con el repique general de campanas desde todas las iglesias, conventos y ermitas del casco urbano y las pedanías, que se unieron a un ‘aleluya sonoro’ coronado por miles de cohetes desde la explanada del castillo que estallaron a la vez para anunciar el inicio del Jubileo.

Luis Melgarejo Armada, un ingeniero en la sala de máquinas del Jubileo

Caravaca inicia hoy su cuarto Año Jubilar

En la Basílica todo estaba preparado para iniciar un año de celebración religiosa en torno al que se ha preparado una programación cultural especial y se desarrollará un proyecto económico, turístico y social para fortalecer a la Región de Murcia como destino religioso de primer nivel nacional e internacional. El Año Jubilar 2024 está llamado a convertir a Caravaca de la Cruz, la ciudad santa del Noroeste murciano, en el eje central del turismo religioso en todo el país. La campaña promocional del jubileo, bajo el título de ‘Creer en lo extraordinario’, invita a emprender «un viaje único a una de las cinco ciudades santas de la cristiandad, y el hogar de una de las reliquias sagradas más veneradas». Luis Antolinos, vecino de Cehegín, ya lo ha completado en solitario. «Es un momento íntimo, de reconexión», dice mientras las autoridades acceden a la sala de cabildos para firmar en el libro de honor. Lo hace el arzobispo de Granada, José María Gil Tamayo; López Miras, y el alcalde de Caravaca, José Francisco García, anfitrión en su tierra y feliz de vivir un día histórico para su pueblo, que reciben una réplica de la cruz de Caravaca que portaba en el hábito Santa Teresa.

En el atrio, medio centenar de seminaristas preparan un cortejo que inaugura la eucaristía que da inicio a un tiempo de gracia en el que se espera que miles de peregrinos llegados desde diferentes puntos del mundo recorran los distintos caminos de peregrinación y lleguen hasta la Basílica de la Vera Cruz para el encuentro con la Sagrada Reliquia. El Año Jubilar de Caravaca está considerado el acontecimiento religioso más importante de nuestro país durante el año 2024, y Caravaca de la Cruz es una de las cinco ciudades santas del mundo, junto a Jerusalén, Roma, Santiago de Compostela y Santo Toribio de Liébana.

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