La fría jornada de ayer no fue obstáculo para que la devoción, el amor y la fe al Niño Jesús prevalecieran por encima de todo en la más querida festividad y tradición de los abaraneros. Por segundo año consecutivo no fue posible besar las imágenes por la situación sanitaria, pero esta circunstancia no evitó que la alegría por recibir al Niño en las casi tres mil viviendas del casco urbano y pedanías fuese idéntica o más que en años anteriores.
Al caer en fin de semana, la afluencia de público fue mayor. En total participaron 28 imágenes. El Ayuntamiento de Abarán financió cinco charangas que animaron las calles, entre ellas ‘No Tenemos Prisa’ y ‘Los Revoltosos’.
La fiesta organizada por la Hermandad de Ánimas comenzó a primeras horas de la mañana con la visita de una imagen del Niño Jesús por los centros hospitalarios de La Arrixaca, Morales Meseguer, Reina Sofía y Cieza. A las once y con presencia de Los Reyes Magos, el cura Miguel Ángel Saorín tuvo un recuerdo especial para «los que no están entre nosotros» y pidió que, «no solo se abran las puertas al Niño, sino también al corazón de todos los vecinos».
A las tres y veinticinco minutos de la tarde y con el himno español interpretado por la agrupación musical Santa Cecilia y el lanzamiento de una traca, aparecieron trece imágenes del Niño tras la misa en San Juan Bautista que repitieron su tradicional recorrido. Quinientas personas fueron testigos de la salida y comenzaron a bailar y cantar villancicos.
Música tradicional
Al objeto de que las personas mayores y enfermas pudieran adorar al Niño, dos imágenes se trasladaron a cerca de un centenar de domicilios para cumplir con la tradición. Multitudinaria resultó la salida de otras nueve imágenes desde la parroquia de San Pablo pasadas las ocho de la noche. En representación del Gobierno regional, acudió la consejera de Agricultura, Sara Rubira, que estuvo acompañada por el alcalde, Jesús Gómez, y miembros de la Corporación.
Los villancicos y la música tradicional se hicieron notar en la plaza y calles adyacentes, mientras que los animeros y portadores de las imágenes iniciaron su recorrido. La fiesta concluyó pasadas las tres de la madrugada.
