El presidente francés, Emmanuel Macron, podría elegir un nuevo primer ministro el lunes, según su entorno, mientras busca una nueva imagen para un gobierno ampliamente criticado.
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La posición de la primera ministra Elisabeth Borne ha sido frágil desde que el mes pasado un proyecto de ley de inmigración impulsado por Macron fue rechazado en el parlamento. Finalmente se aprobó con muchos cambios controvertidos impuestos por la oposición de centroderecha.
Macron, que también enfrenta un desafío creciente por parte del partido de extrema derecha Agrupación Nacional de Marine Le Pen, se reunió con Borne el domingo por la noche.
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Su oficina dijo que la discusión se centró en las inundaciones en el norte de Francia y una helada inminente en todo el país, pero los observadores dijeron que probablemente discutieron una reorganización del gabinete ampliamente prevista.
Francois Bayrou, un líder centrista cuyo respaldo temprano a Macron fue clave para su éxito electoral inicial en 2017, dijo a la televisión BFM que “es necesario un cambio” en la composición del gobierno.
Bajo el sistema francés, el presidente establece las políticas generales, pero el primer ministro es responsable de la gestión diaria del gobierno, lo que significa que a menudo paga el precio cuando una administración se encuentra con turbulencias.
Reclamaciones rivales
En 20 meses como primera ministra, Borne, de 62 años, la segunda jefa de gobierno de Francia, ha impulsado reformas clave sobre pensiones e inmigración en unas 30 nuevas leyes y ha superado dudas previas sobre su futuro.
Pero durante la semana pasada Macron consultó con figuras clave, entre ellas Bayrou, el ministro de Finanzas Bruno Le Maire y el ex primer ministro Edouard Philippe, sobre la revitalización de la administración.
Sin embargo, no parecía haberse tomado ninguna decisión final antes de la reunión con Borne.
Un asesor cercano a Macron dijo que el presidente estaba “finalizando sus elecciones” y “las cosas cambiarán al comienzo de la semana, probablemente con un nuevo primer ministro el lunes”.
Macron tiene “prisa”, añadió un segundo asesor.
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Pero otro colaborador del presidente comentó: “Todo es posible, incluso no hacer nada”. Eso significaría que Borne aún podría conservar su trabajo.
Si es reemplazada, los dos principales candidatos son Sebastien Lecornu, el ministro de las Fuerzas Armadas, de 37 años, y Julien Denormandie, el exministro de Agricultura, de 43 años, que ha sido cercano a Macron durante una década.
Elegir entre los dos corre el riesgo de exacerbar las tensiones dentro del movimiento de Macron. Denormandie ha estado con Macron desde el inicio de su campaña presidencial. Más tarde, Lecornu abandonó el partido de centroderecha Los Republicanos.
El partido político de Macron carece de mayoría en el parlamento y ya está dividido por desacuerdos sobre la ley de inmigración, que fue muy endurecida como condición para recibir el apoyo necesario de los republicanos.
‘¿Moverse demasiado rápido?
Unos 200 intelectuales, actores y líderes sindicales franceses convocaron el domingo a protestar contra la ley el 21 de enero, diciendo que representaba un “giro peligroso para la República”.
Denormandie estuvo a punto de fundar una nueva empresa con Macron en 2014 antes de convertirse en su subjefe de gabinete cuando Macron era ministro de Economía durante la presidencia de Francois Hollande. Denormandie trabaja en el sector privado desde 2022.
Lecornu se unió a Macron en 2017 y seguiría los pasos de dos primeros ministros anteriores, Philippe y Jean Castex, que también desertaron de Los Republicanos.
Lecornu se ha convertido en un asesor cercano de Macron, quien ha aprovechado su experiencia en el gobierno local y regional. Sin embargo, un asesor cercano advirtió que “tal vez nos estemos moviendo demasiado rápido para condenar” a Borne.
(AFP)