Nominado a los Premio Goya en cuatro ocasiones, el cineasta Ventura Pons falleció este lunes a los 78 años, en Barcelona, según confirma la Academia de Cine Catalán. Dedicado a la gran pantalla como director, guionista y productor, Pons comenzó su carrera cinematográfica en plena apertura democrática, con ‘Ocaña, retrato intermitente’ (1977), que se proyectó en el Festival de Cannes.
Con más de una treintena de producciones, Pons estuvo tras la cámara hasta hace cinco años, cuando estrenó dos películas, como director y guionista. ‘Be happy!’ y ‘Universal i Faraona’ (ambas de 2018). Su filmografía giró en torno a su Cataluña natal, con la mayoría de producciones rodadas en catalán, y muy influido de la cultura regional. Bebió de la literatura y llevó a la gran pantalla obras como ‘El porqué de las cosas’, en que adaptó relatos cortos del escritor Quim Monzó (1994); ‘Amigo/Amado’, basada en un drama de Josep Maria Benet (1998); ‘Anita no pierde el tren’, original del propio Pons en 2011; ‘La vida abismal’ (2006) o, uno de sus últimos estrenos, ‘Miss Dalí’.
Nacido en 1945, se curtió en el teatro y se convirtió en un referente del cine español. Con su trabajo rindió homenaje a amigos artistas, como la fotógrafa Colita, que murió pocos días antes que él, en la película ‘Cola, colita, colassa’ (2014) o al músico de rumba Gato Pérez, en ‘El gran gato’ de 2002. Con temáticas que en ocasiones giraban en torno al sexo, la homosexualidad o el amor, trabajó con artistas de la talla de Santi Millán, Cayetana Guillén Cuervo, José Coronado, Aitana Sánchez-Gijón o Boris Izaguirre.
Además de dirigir su propia productora, fue vicepresidente de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas y consejero de la Sociedad General de Autores (SGAE). El Ministerio de Cultura ha lamentado la muerte de Pons, en un tuit: «Lamentamos el fallecimiento de Ventura Pons, director de títulos como ‘Ocaña, un retrato intermitente’, ‘Actrius’, ‘Morir (o no)’, ‘Caricias’, ‘Anita no pierde el tren’ o ‘Barcelona (un mapa)’. Entre otros premios, en 2001 recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes». La cuenta oficial de los Premios Feroz le describió como «un autor con sello propio y una enorme sensibilidad» y en la de Filmin como «prolífico, incombustible y uno de los nombres más relevantes del cine catalán».
