La Real Sociedad se clasificó para los octavos de final de la Copa del Rey de fútbol al ganar al Málaga, dos categorías por debajo, con un gol en propia puerta del central Einar Galilea, en un partido en el que sufrió por momentos, a pesar del dominio, y frente a un conjunto andaluz que dispuso de alguna ocasión bastante clara.
[–>El equipo donostiarra presentó un once titular de garantías con muchos internacionales como Álvaro Odriozola, Martín Zubimendi, Mikel Merino, Brais Méndez y Mikel Oyarzabal. Por su parte, el Málaga hizo rotaciones, pero también su entrenador Sergio Pellicer, dispuso un equipo titular con jugadores importantes y con pasado de la Real Sociedad como el lateral derecho Jokin Gabilondo o el centrocampista Luca Sangalli.
El Málaga sometió en los primeros minutos al conjunto vasco, dominando y presionando en el centro del campo, donde no dejaba pensar y coger el ritmo necesario al partido.
A pesar del dominio malaguista, la primera ocasión la tuvo la Real Sociedad en una falta lateral, donde el centrocampista Brais Méndez, lanzó directamente a portería, pero el guardameta Carlos López, despejó a córner.
La Real Sociedad a medida que iban transcurriendo los minutos empezó a imponer su mayor calidad y dominio, con un fútbol vertical llevado por Mikel Merino, Brais Méndez y Zubimendi.
Los avisos llegaban por parte de los donostiarras, el Málaga le ofreció el balón y renunció al poderío ofensivo mostrado al inicio, y de nuevo en otra falta, ahora fue Oyarzabal, en un remate de cabeza quien pudo marcar saliendo el balón rozando el poste izquierdo.
El propio Oyarzabal, muy impetuoso y activo, hizo actuar al guardameta Carlos López, en otro remate, tras un servicio por la izquierda.
El Málaga estaba superado y se veía impotente para frenar al equipo donostiarra, que tardó en coger el hilo del encuentro, aunque en alguna acción esporádica sacó a relucir su empeño como la sucedida por el lateral izquierdo Víctor García, que disparó al poste y el rechace tampoco lo aprovecho el delantero Roberto Fernández.
El descanso, con 0-0, tradujo la igualdad en ambos equipos: quizás algo superior la Real Sociedad, que impuso su mayor experiencia y calidad, aunque sin rédito en el marcador.
El entrenador de la Real Sociedad, Imanol Alguacil, hizo los dos primeros cambios con las entradas del delantero Carlos Fernández y el centrocampista Beñat Turrientes, en lugar del ruso Arsen Zakharian y Martín Zubimendi.
Los cambios le dieron resultado al conjunto donostiarra, porque, tras una falta cabeceada por Mikel Merino, fue el central malaguista Einar Galilea quien introdujo el balón en su portería en el momento de despejar y por la oposición del recién salido al campo Carlos Fernández.
Lo más difícil lo había hecho la Real Sociedad ante un Málaga respondón, que adelantó líneas con los cambios y que fue a por el empate, aunque sin acierto y pegada.
El partido llegaba a su fin con el equipo malaguista intentando forzar la igualada y una Real Sociedad controlando el ritmo, defendiendo y buscando en alguna contra sentenciar el encuentro como le ocurrió a Oyarzabal, que superó al guardameta Carlos López, pero fue Einar Galilea, quien evitó el gol.
Respondió el Málaga con un lanzamiento de David Larrubia, franco, solo dentro del área grande, pero se llenó de balón, puso mal el cuerpo y se marchó fuera.
Eran las últimas opciones de los locales, con un público enfervorizado, que ayudaba a los suyos a intentar la hombrada, que no llegó, con una Real Sociedad pasándolo mal.
Al final, 0-1, en un buen partido con ritmo y en el que la Real Sociedad sacó un resultado satisfactorio y la clasificación gracias al citado gol en propia puerta de Galilea.