FOXBOROUGH, Mass. – Bill Belichick tuvo la visión de construir el tipo de equipo de fútbol de campeonato sostenido que rara vez se había visto antes en la NFL cuando fue contratado por los New England Patriots.
Se marcha sintiendo que fue un trabajo bien hecho.
El seis veces campeón de la NFL acordó separarse como entrenador de los Patriots, poniendo fin a su mandato de 24 años como arquitecto de la dinastía más condecorada de la era del Super Bowl de la liga.
“Con tantos buenos recuerdos y pensamientos pienso en los Patriots”, dijo Belichick el jueves en una conferencia de prensa con el propietario Robert Kraft. ”Siempre seré un patriota. Espero volver aquí. Pero en este momento vamos a seguir adelante. Y miro hacia adelante, emocionado por el futuro”.
Ni Belichick ni Kraft respondieron preguntas, aunque Kraft programó una disponibilidad para más tarde ese día.
Hablando a los periodistas desde el podio donde había dado tantos resúmenes concisos y sin respuesta después del juego, Belichick apareció con chaqueta y corbata y habló primero, seguido por Kraft. El entrenador incluso sonrió un par de veces, incluso cuando admitió respeto por los medios “aunque no siempre estamos de acuerdo”.
También agradeció a los aficionados por “las despedidas, los desfiles, los domingos”. Pero la mayor parte de su tiempo lo dedicó a agradecer a la gente de toda la organización, especialmente a los más de 1.000 jugadores de los Patriots que entrenó durante su estancia aquí.
“Los jugadores ganan partidos en la NFL”, dijo Belichick. “He sido muy, muy afortunado de entrenar a algunos de los mejores jugadores que jamás hayan jugado este deporte”.
Kraft calificó la relación como un matrimonio que había requerido trabajo y había llegado a su fin.
“Estoy muy orgulloso de que nuestra asociación haya durado 24 años”, dijo Kraft. ”Bill me ha enseñado mucho a lo largo de esos años y teníamos grandes expectativas sobre lo que podríamos lograr juntos. Creo que éramos los únicos que teníamos esas expectativas y creo que es seguro decir que las superamos”.
“Lo hicimos”, coincidió Belichick.
“Gracias a usted”, dijo Kraft.
Belichick, de 71 años, se convirtió en apenas el tercer entrenador en la historia de la NFL en alcanzar 300 victorias en la temporada regular a principios de esta temporada, uniéndose a los miembros del Salón de la Fama Don Shula y George Halas. Con 333 victorias, incluidos los playoffs, Belichick sólo está detrás de Shula (347) en el récord de victorias de un entrenador.
Pero los Patriots terminaron esta temporada 4-13, el peor récord de Belichick en 29 temporadas como entrenador en jefe de la NFL. Reemplazó la marca de 5-11 que logró en su último año en Cleveland en 1995 y nuevamente en su primer año en Nueva Inglaterra en 2000. Incluyendo los playoffs, termina su mandato con los Patriots con un récord general de 333-178.
Se espera que Belichick reanude su búsqueda del récord de Shula en otros lugares.
Con sus sudaderas con capucha y su ceño siempre presente, Belichick se asoció con el mariscal de campo Tom Brady para llevar a los Patriots a seis victorias en el Super Bowl, nueve títulos de la AFC y 17 campeonatos divisionales en 19 años. Durante una etapa menos exitosa, pero también tumultuosa, con los Cleveland Browns originales, Belichick obtuvo 37 de las victorias de su carrera.
La reacción al anuncio del jueves se extendió por las redes sociales. Incluía uno de Brady, quien respondió con tres emojis de corazones a una publicación en la página de Instagram de ESPN que tenía fotos de Belichick y Kraft abrazándose durante la conferencia de prensa del jueves.
No está claro de inmediato a quién elegirá Kraft para reemplazar al futuro miembro del Salón de la Fama.
El entrenador de apoyadores de los Patriots, Jerod Mayo, ganó un anillo de Super Bowl jugando con Belichick y ha sido entrevistado para múltiples vacantes de entrenador en jefe desde que se convirtió en asistente de New England en 2019. Mayo rechazó algunas entrevistas la última temporada baja antes de firmar una extensión de contrato para permanecer con los Patriots.
También se espera que Mike Vrabel, quien fue despedido a principios de esta semana por los Tennessee Titans y ganó tres Super Bowls con los Patriots, sea candidato para el puesto de entrenador en jefe.
Belichick había estado preparando al coordinador ofensivo Josh McDaniels para reemplazarlo antes de que McDaniels se fuera después de la temporada 2021 para convertirse en el entrenador de los Raiders. Desde entonces, Las Vegas lo despidió. Los dos hijos de Belichick, Steve y Brian, también forman parte del cuerpo técnico.
La salida de Belichick de los Patriots se produce apenas un día después de que otro gran entrenador y viejo amigo, Nick Saban, anunciara que se retiraría después de ganar siete campeonatos nacionales universitarios. Saban trabajó para el padre de Belichick, Steve, en la década de 1980 como entrenador en la Marina, y Bill Belichick contrató a Saban como su coordinador defensivo cuando se convirtió en el entrenador en jefe de Cleveland en 1991.
Las seis victorias en el Super Bowl empatan a Belichick con sus mentores previos a la fusión, Halas y Curly Lambeau, en la mayor cantidad de campeonatos de la NFL. Belichick también ganó dos anillos como coordinador defensivo de Bill Parcells con los New York Giants.
Pero los Patriots han tenido un récord de 29-38 desde que Brady se fue después de la temporada 2019 y se perdieron los playoffs en tres de esas cuatro temporadas. A partir de 2001, cuando Brady se convirtió en el mariscal de campo titular, los Patriots se perdieron los playoffs sólo una vez: cuando Brady se lesionó en 2008. Esta marcó la quinta temporada consecutiva de Nueva Inglaterra sin una victoria en los playoffs.
Las soluciones posteriores de Belichick como mariscal de campo no han dado resultado.
El reemplazo inicial de Brady, Cam Newton, no se parecía al jugador que ganó el premio MVP de 2015 y fue cortado después de un final de 7-9 en 2020. Mientras tanto, Brady ganó su séptimo anillo de Super Bowl con los Tampa Bay Buccaneers esa misma temporada.
El potencial reemplazo a largo plazo Mac Jones, una selección de primera ronda del draft de 2021, fue seleccionado al Pro Bowl como novato y llevó a Nueva Inglaterra a los playoffs. Pero retrocedió en el año 2 cuando Belichick puso al asistente defensivo Matt Patricia a cargo de la ofensiva. A Jones no le fue mucho mejor esta temporada cuando Bill O’Brien regresó como coordinador ofensivo. Fue enviado a la banca cuatro veces antes de ser reemplazado como titular por el suplente Bailey Zappe durante los últimos seis juegos.
Eso dejó a los Patriots ante una larga reconstrucción, sin ningún candidato en la plantilla para traer estabilidad a la posición más importante del deporte.
Belichick, quien también sirvió como gerente general de facto con la última palabra en las decisiones de personal, fue celebrado por su ingenio en el manejo del tope salarial durante la racha de éxitos del Super Bowl. Incluyó lograr que estrellas como Brady y otros aceptaran contratos que respetaran el tope salarial o ajustaran sus acuerdos para acomodar la firma de otros jugadores.
Pero esa aclamación ha disminuido en los años transcurridos desde que Brady se fue, ya que una serie de selecciones de draft y agentes libres de alto precio no estuvieron a la altura de las expectativas. Además, Belichick ha visto a varios miembros de su personal y departamentos de exploración irse a otros trabajos. La lista incluye a su exdirector de personal de jugadores, Nick Caserio, quien fue contratado como gerente general de Houston en 2021.
Ahora no será Belichick quien tome las decisiones para los Patriots dentro o fuera del campo.
Belichick, hijo único de un veterano de la Segunda Guerra Mundial que pasó tres décadas como entrenador asistente de la Marina, es un historiador del fútbol con un conocimiento enciclopédico de la estrategia desde los inicios del deporte hasta las tendencias actuales de la NFL. Sus jugadores dijeron que su atención al detalle nunca los dejó desprevenidos.
Belichick ha sido un maestro del libro de reglas de la NFL, descubriendo lagunas en las operaciones del reloj y las formaciones de la línea ofensiva que, aunque completamente legales, cimentaron su reputación como un genio loco.
Pero su legado en Nueva Inglaterra también incluye dos investigaciones importantes por trampa, y otras menores, que le costaron a él y al equipo selecciones del draft y más de $1 millón en multas. Los oponentes acusaron a los Patriots de todo, desde piratear sus auriculares hasta tomar atajos en los informes de lesiones.
Su amistad con el expresidente Donald Trump, que según Belichick no era política, llevó al entrenador a la lista para recibir la Medalla Presidencial de la Libertad en los últimos días de la administración. Tras las protestas contra el asedio al Capitolio de Estados Unidos, Belichick anunció que “se ha tomado la decisión de no seguir adelante”.
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