Vinicius Jr está siempre en el centro del debate. El extremo madridista, a menudo criticado por sus actitudes extradeportivas, es uno de los jugadores más determinantes del mundo con el Real Madrid. Su rendimiento lo ha llevado a ser considerado uno de los mejores extremos de la pasada temporada, aunque muchos parecen no estar de acuerdo con la categoría del brasileño.
Cada año, la empresa programadora de videojuegos EA Sports realiza su propio ‘once’ del año con los jugadores más determinantes de la temporada. Los aficionados de todo el mundo, así como personalidades del mundo del fútbol o de todo tipo, son convocados en un debate que genera una gran expectación y controversia.
Los últimos en sumarse a las votaciones han sido Jamie Carragher y Gary Neville. Los legendarios jugadores, ahora comentaristas habituales en Sky Sports, se juntaron para decidir entre ambos su propia alineación con los mejores jugadores de la temporada pasada… un ejercicio que no ha estado exento de polémica.
Messi – Vinicius, el debate
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Uno de los puntos de conflicto que ambos comentaristas tuvieron fue en la delantera. Jamie Carragher intentó convencer a su compañero de que Leo Messi debía estar en el debate: “Es el ganador del Balón de Oro, es el mejor. Conquistó el Mundial con Argentina, hizo goles increíbles…”, argumentó.
Sin embargo, Gary Neville se mostró en rotundo desacuerdo con el capitán del Liverpool: “Estamos escogiendo el equipo de 2023, no de 2022. Este año ha sido eliminado con el PSG en Champions, después jugó en Miami. Mi apuesta es Vinicius“, respondió. Para el que fuese jugador del Manchester United, el extremo brasileño fue determinante: “Ha sido sensacional con el Real Madrid. Todos queremos a Messi, pero no podemos escogerle por lo que hizo en 2023″, argumentaba.
La respuesta de Carragher hizo estallar la polémica: “¿Vinicius? Lo que hizo fue en el Real Madrid jugando en una liga de broma. ¿Qué ganó el Real Madrid? ¡No ganó ni LaLiga!”, exponía. Tras mucho discutir, ambos acordaron escoger a la estrella brasileña en la votación, una decisión que no sentó nada bien a Carragher.
