Dos periodistas iraníes que cumplían largas condenas de prisión por su cobertura de la muerte de Mahsa Amini en 2022 fueron puestos en libertad bajo fianza en espera de su apelación, informaron el domingo medios iraníes.
Niloufar Hamedi, que dio la noticia de la muerte de Amini mientras estaba bajo custodia policial por llevar el pañuelo demasiado suelto, y Elaheh Mohammadi, que escribió sobre el funeral de Amini, fueron condenadas en octubre a siete y seis años de prisión, respectivamente, por cargos que incluían colaborar con el gobierno de Estados Unidos.
Las dos mujeres llevaban 17 meses en prisión. ISNA, la Agencia de Noticias de Estudiantes Iraníes dirigida por estudiantes universitarios en Irán, informó que cada uno de ellos fue liberado bajo fianza de 200.000 dólares estadounidenses y se les prohíbe salir del país hasta que se escuche la apelación.
El Tribunal Revolucionario de Teherán acusó a los periodistas de colaboración con el gobierno estadounidense, colusión contra la seguridad nacional y propaganda contra el sistema, según el sitio web de noticias Mizanonline.ir, afiliado al poder judicial del país.
Hamedi trabajó para el periódico reformista Shargh, mientras que Mohammadi trabajó para Ham-Mihan, también un periódico reformista. Fueron detenidos en septiembre de 2022.
En mayo de 2023, las Naciones Unidas otorgaron a los periodistas su principal premio a la libertad de prensa por su compromiso con la verdad y la rendición de cuentas.
La muerte de Amini desató protestas que duraron meses en docenas de ciudades de todo Irán. Las manifestaciones plantearon uno de los desafíos más graves para la República Islámica desde que las protestas del Movimiento Verde de 2009 sacaron a las calles a millones de personas.
Aunque cerca de 100 periodistas fueron arrestados durante las manifestaciones, los informes de Hamedi y Mohammadi fueron cruciales en los días posteriores a la muerte de Amini para difundir la noticia. Sus detenciones provocaron críticas internacionales.
Desde que comenzaron las protestas, al menos 529 personas han sido asesinadas por las fuerzas de seguridad durante las manifestaciones, según activistas de derechos humanos en Irán.
Más de 19.700 personas más han sido detenidas por las autoridades en medio de una violenta represión que intenta reprimir la disidencia. Durante meses, Irán no ha ofrecido cifras generales de víctimas, aunque reconoce que decenas de miles fueron detenidas.