El Barça llegaba a la Supercopa enlazando tres victorias consecutivas, pero con muchas dudas en su juego y a siete puntos de los líderes en la Liga. Se esperaba que el torneo significase un punto de inflexión, algo parecido a lo que sucedió el año pasado, cuando tras derrotar al Real Madrid en la final, los azulgranas fueron tomando ventaja en la Liga hasta ganarla a cuatro jornadas para el final.
Pero ha sucedido todo lo contrario. Tras derrotar a Osasuna en semifinales, los de Xavi fueron goleados (4-1) por el Real Madrid y lo que debía ser un punto de inflexión se convirtió en un calvario para el equipo y para el entrenador que verá en los próximos días como le llueven las críticas. “Estoy acostumbrado. Esto es el Barça. Toca aceptarlas y seguir trabajando para salir de ésta”, dijo tras la final.
Las derrotas contra el eterno rival siempre son dolorosas y más si son por goleada. Pueden originar crisis de dimensiones desconocidas. De momento, sin embargo, desde el club se transmite que la confianza en Xavi sigue intacta. El técnico recibió los ánimos del presidente, Joan Laporta, nada más acabar la final y también en el avión de regreso a Barcelona en el que, evidentemente, el ambiente era de tristeza por el resultado y la imagen ofrecida ante el Real Madrid.
Xavi, tras ganar la temporada pasada la Supercopa y la Liga, renovó su contrato como entrenador durante el pasado mes de septiembre. Lo hizo hasta el 2025 con un año más opcional. Lo hizo porque el presidente confiaba en él y creía en su proyecto y así sigue siendo. Como Laporta, piensan los máximos responsables del área deportiva. Tanto el vicepresidente deportivo, Rafa Yuste, como el director deportivo, Deco. Los tres arroparon a Xavi tras la contundente derrota en la final de la Supercopa. Y los tres han aguantado durante las últimas semanas opiniones de compañeros de junta directiva que no veían claro que el de Terrassa fuese el técnico ideal para este proyecto.
Todos ellos siguen pensando que no hay que tomar ninguna decisión drástica y que las notas deben ponerse a final de curso, que el Barça sigue vivo en las tres competiciones y que todavía hay posibilidades de título. Ya llegará el momento de los análisis y las decisiones cuando toque. Además, desde la dirección deportiva tampoco tendrían un relevo claro que asegurase que la situación iba a cambiar. Otra cosa, apuntan desde algún sector del club, es que en algún momento peligrase la clasificación para disputar la nueva Champions la próxima temporada, algo que están seguros en el club que no va a suceder aunque tras la disputa de esta última jornada el Barça sea cuarto a ocho puntos del Girona, siete del Real Madrid e igualado con el Athletic. Eso sí, catalanes y vascos tienen un partido más que los de Xavi. El Atlético de Madrid es quinto con tres puntos menos y los mismos partidos disputados.
La posición de Xavi
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Esta es la opinión de los máximos responsables del club. El técnico, por su parte, sigue confiando en él. Está muy decepcionado por el partido jugado por sus hombres, con los que se mostró crítico tras la final por la forma de entrar en la final, pero ya explicó en Riad que se ve totalmente capacitado para darle la vuelta a esta situación.
Confía en él y en la plantilla y está seguro que con trabajo serán capaces de lograr ese cambio de rumbo que se busca desde hace semanas y podrán luchar por lo que queda. Xavi cree que si el año pasado pudieron ganar, esta temporada también podrán hacerlo.