Tensiones en el Congreso de Guatemala retrasan toma de posesión presidencial de Arévalo

La ceremonia de juramentación del presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, se retrasó el domingo debido a que el Congreso, controlado por sus oponentes, estaba enfrascado en un debate sobre la admisión de nuevos legisladores.

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La ceremonia de toma de posesión de Arévalo debía comenzar a las 3:00 pm hora local (21:00 GMT), después de meses de maquinaciones judiciales para bloquearlo de su cargo después de su promesa de tomar medidas drásticas contra la corrupción profundamente arraigada.

Sin embargo, el Congreso dominado por la derecha suspendió temporalmente la inauguración de la nueva legislatura, según mostraron los procedimientos televisados, lo que provocó protestas de cientos de partidarios de Arévalo.

La demora se produjo luego de horas de debate sobre si los legisladores del movimiento Semilla de Arévalo deberían ser instalados como diputados regulares o independientes, debido a la suspensión de su partido.

El nuevo Congreso será el encargado de tomar juramento al izquierdista Arévalo y su gobierno.

“Lo que están haciendo es retrasar la instalación del Congreso, de la décima legislatura, porque no quieren darle el cargo al presidente Arévalo”, dijo el diputado José Inés Castillo.

Afuera de la legislatura, partidarios de Arévalo se enfrentaron con la policía mientras protestaban por el retraso, sosteniendo carteles que decían “¡Fuera, diputados golpistas!

La Constitución de Guatemala establece que el traspaso presidencial debe ocurrir a las 4:00 pm, incluso si no hay una ceremonia formal de juramento.

Arévalo ha enfrentado un constante aluvión de intentos de impedirle asumir el cargo, a manos de fiscales acusados ​​de corrupción estrechamente alineados con la clase dominante política y económica del país.

Ha denunciado en repetidas ocasiones un “golpe de Estado a cámara lenta”.

El legislador, ex diplomático y sociólogo de 65 años logró un gran revés cuando salió de la oscuridad para ganar las elecciones en agosto pasado, encendiendo a los votantes cansados ​​de la corrupción en una de las naciones más pobres de América Latina.

A la inauguración asisten los mandatarios de Chile y Colombia, y el rey de España Felipe VI.

También asistirán el jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, y una delegación de Estados Unidos.

‘Gobiernos sinvergüenzas’

En la capital, Ciudad de Guatemala, los indígenas mayas encendieron incienso y bailaron al ritmo de tambores, celebrando el cambio de gobierno pendiente.

“Hemos tenido gobiernos mediocres, corruptos, sinvergüenzas, que no tienen el más mínimo amor por su país, y espero que este gobierno no le falle al pueblo”, dijo la líder indígena Alida Vicente, de 43 años.

Hay mucho entusiasmo y mucha esperanza por parte de la población”.

Arévalo sustituirá a Alejandro Giammattei.

Durante el gobierno de Giammattei, varios fiscales que luchan contra la corrupción han sido arrestados o obligados a exiliarse. Los grupos de derechos humanos también lo acusaron de reprimir a periodistas críticos.

También fue acusado de apoyar a la fiscal general Consuelo Porras, al encabezar la campaña contra el recién llegado junto al fiscal superior Rafael Curruchiche y al juez Fredy Orellana.

Los tres están catalogados como corruptos y antidemocráticos por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

Los fiscales han tratado de anular los resultados electorales, despojar a Arévalo de su inmunidad procesal y se ha suspendido el registro de su partido Semilla por acusaciones de fraude que muchos consideran falsas.

‘Reconstruir la democracia’

Guatemala ocupa el puesto 30 entre 180 países según Transparencia Internacional, que clasifica a las naciones de mayor a menor corrupción.

También es uno de los países más desiguales de América Latina, una realidad que, junto con las altas tasas de delitos violentos, ha obligado a cientos de miles de personas a arriesgarse en el peligroso viaje migratorio a Estados Unidos con la esperanza de una vida mejor.

Arévalo es hijo del reformista Juan José Arévalo, quien en 1945 se convirtió en el primer presidente elegido democráticamente de Guatemala después de décadas de dictadura.

El políglota amante del jazz y jugador de ajedrez se enfrenta a una difícil tarea para gobernar Guatemala.

Para empezar, hereda un fiscal general que lo “atacó y criminalizó” y “amenazó la democracia en un grado que no creíamos posible”, dijo Edie Cux de Acción Ciudadana, una versión local de Transparencia Internacional.

“Harán tender una emboscada al presidente. Al menor paso en falso querrán levantarle la inmunidad… y destituirlo”, añadió su colega Manfrendo Marroquín.

El propio Arévalo ha reconocido que habrá “dificultades, ya que estas élites político-criminales, al menos por un tiempo, seguirán atrincheradas en algunas ramas del Estado”.

El nuevo presidente también tendría que lidiar con un Congreso profundamente fragmentado.

“Tendrá que abordar sus preocupaciones. Pero no se puede esperar que venga con una varita mágica. Su tarea más importante y urgente es reconstruir la democracia”, dijo a la AFP el ex comisario de derechos humanos Jordan Rodas.

(AFP)

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