Barcelona es una gran ciudad, y como tal, la actividad del día a día puede resultar estresante. En caso de que estés buscando un lugar para escapar de la metrópolis y sentirte en contacto con la naturaleza, a pocos kilómetros de la ciudad condal se esconde un bosque que parece sacado de un cuento de hadas.
Hablamos del bosque del Tagamanent, un pulmón verde que forma parte del Parque Natural del Montseny. Este lugar ofrece una experiencia única en invierno, debido a las hojas caídas y la neblina matutina que encontramos en su entorno. La luz del sol atraviesa los árboles, revelando aire casi místico con la naturaleza.
Además, desde este bosque podrás realizar diversas rutas que adaptan a todos los niveles. Entre las mismas, tenemos la Ruta Circular del Tagamanent, perfecta para todos los que busquen una caminata de dificultad moderada, con aproximadamente ocho kilómetros de recorrido. Desde la senda, obtendrás una vista panorámica del Montseny mágica.
Alrededor de este paraíso de la naturaleza podrás encontrar el pequeño pueblo de Tagamanent. Una pequeña villa con callejones adoquinados y casas de piedra, perfecto para descansar después de la excursión en el bosque.
Para llegar en coche desde Barcelona, el camino es directo desde la autopista C-17 en dirección norte, con desvío hacia Tagamanent. Si quieres llegar en transporte público, puedes coger un tren desde la estación de Sants hasta Tagamanent.