Fundación Naturaleza denuncia la muerte de un ciervo por furtivos en la Reserva Campanarios de Azaba, en Salamanca

La Fundación Naturaleza y Hombre ha denunciado la muerte de un ciervo como consecuencia de la caza furtiva en la Reserva Biológica Campanarios de Azaba, entre los municipios salmantinos de La Alamedilla y Espeja.

El ejemplar, un ciervo ibérico que en el momento del tiroteo registrado el pasado fin de semana se encontraba en la valla de la Reserva Biológica, corrió un par de metros hasta llegar a un lugar donde pudo esconderse y dar su último aliento.

Esta huida privó a los furtivos de cobrar un “trofeo de oro” que supone la pérdida del principal semental para la manada, que ahora queda desamparada.

El ciervo ibérico se reintrodujo en la Reserva Biológica Campanarios de Azaba en el año 2017. Desde entonces, este animal, que posee una calidad genética privilegiada y presenta una gran habilidad para resistir a las inclemencias del cambio climático, se ha adaptado y reproducido sin problema en la reserva, que con sus más de 522 hectáreas constituye un reservorio de fauna y flora excepcional.

Fundación Naturaleza y Hombre, entidad que gestiona la Reserva Biológica, lleva más de 25 años colaborando con los cotos de caza y avanzando en conservación, con proyectos e ideas conjuntas. Por ello, ya ha denunciado el suceso para que se investigue en el Seprona de la Guardia Civil.

Desde el año 2004 el artículo 335 del Código Penal reconoce y castiga la caza furtiva como delito.



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