Los agricultores franceses lanzarán un “asedio” indefinido a París a partir del lunes, cortando las principales carreteras y avanzando hacia la capital mientras exigen mejores condiciones laborales.
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Durante días, han estallado protestas a nivel nacional en el mayor productor agrícola de Europa, con agricultores enojados en parte por la burocracia y las políticas ambientales que, según dicen, están perjudicando sus resultados y haciéndolos incapaces de competir con vecinos menos estrictos.
En toda Francia, los agricultores han utilizado tractores y camiones para bloquear carreteras y congestionar el tráfico. Planean intensificar su campaña de presión estableciendo ocho puntos de estrangulamiento a lo largo de las principales arterias hacia París el lunes por la tarde.
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El gobierno planea movilizar a 15.000 policías y gendarmes paramilitares en respuesta, y les pedirá a las fuerzas que muestren “moderación”.
“No pretendemos permitir que se dañen edificios gubernamentales, ni edificios de recaudación de impuestos, ni tiendas de comestibles, ni que se detengan camiones que transportan productos extranjeros. Obviamente, eso es inaceptable”, dijo el ministro del Interior francés, Gerald Darmanin, antes del asedio planeado.
Dijo que el presidente Emmanuel Macron había dado instrucciones a la operación de seguridad para garantizar que tanto el aeropuerto Roissy-Charles de Gaulle al norte como el de Orly al sur permanecieran abiertos, y que el mercado internacional mayorista de alimentos de Rungis, al sur de París, siguiera funcionando.
La policía y los gendarmes también tienen órdenes de impedir cualquier incursión en el propio París, afirmó Darmanin.
El gobierno ha estado tratando de evitar que el descontento entre los agricultores se extienda antes de las elecciones al Parlamento Europeo de este año, que se consideran una prueba clave para el gobierno de Macron.
Durante una visita a una granja el domingo, el primer ministro Gabriel Attal se apresuró a abordar las preocupaciones de los agricultores, después de que una serie de concesiones anunciadas el viernes no lograran calmar la crisis.
“Quiero que aclaremos las cosas y veamos qué medidas adicionales podemos tomar” para atender las quejas de los agricultores de que se enfrentan a una competencia desleal, dijo.
Attal estuvo de acuerdo en que no era correcto que las normas medioambientales prohibieran a los agricultores franceses utilizar ciertos productos que los países vecinos, como Italia, todavía tenían derecho a utilizar.
Los agricultores han descrito estar “hartos” de sus condiciones, incluida la caída de los salarios, las bajas pensiones y las montañas de burocracia.
‘Cambiar el software’
Arnaud Rousseau, líder de uno de los principales sindicatos de agricultores, FNSEA, dijo el domingo que sus miembros esperan mucho más del gobierno.
“Lo que necesitamos son decisiones que creemos que van a cambiar el software”, dijo a los agricultores mientras visitaba a un grupo que bloqueaba la autopista A16 al norte de París.
Aunque se levantaron algunos bloqueos durante el fin de semana, muchas autopistas en toda Francia seguían cerradas el domingo.
El mismo día, dos activistas arrojaron sopa al cristal que protegía la pintura de Mona Lisa en el Museo del Louvre en un truco para llamar la atención sobre la industria agrícola.
“¿Qué es más importante? El arte o el derecho a una alimentación sana y sostenible”, preguntaron los activistas, de pie frente al cuadro y hablando por turnos.
“Su sistema agrícola está enfermo. Nuestros agricultores están muriendo en el trabajo”, dijeron, antes de que la seguridad despejara la sala.
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La FNSEA y los Jeunes Agricultueurs (Jóvenes Agricultores) planean iniciar el asedio de París alrededor de las 14.00 horas (13.00 GMT) del lunes.
Más al sur, funcionarios de la ciudad de Lyon dijeron que esperaban que los agricultores también organizaran protestas con bloqueos de carreteras.
Los agricultores belgas se movilizan
En la vecina Bélgica, los agricultores han intensificado su propia campaña y bloquearon una autopista clave el domingo porque también exigen mejores condiciones.
Decenas de tractores circulaban a paso lento por un cruce, interrumpiendo el tráfico en la autopista E42, justo al norte de Namur, en el sur del país.
Los agricultores que protestaban frente a un estadio de fútbol belga también retrasaron 30 minutos un partido entre Racing Genk y Sint-Truiden.
Las quejas de los agricultores belgas son similares a las de sus colegas franceses.
Se ha vuelto “imposible ganar un salario decente”, afirmó Pierre d’Hulst, portavoz de la federación de jóvenes agricultores FJA, que organizó la protesta contra el tráfico.
En las últimas semanas, también se han multiplicado protestas de agricultores similares en Alemania, Polonia, Rumania y los Países Bajos, con políticos populistas de extrema derecha tratando de capitalizar la ira para manifestarse contra los acuerdos de libre comercio.
Mientras visitaba una granja en el norte de Francia durante el fin de semana, Marine Le Pen, del partido de extrema derecha Agrupación Nacional, pidió “permitir a los agricultores tener unos ingresos adecuados que les permitan vivir”.
“Detener los acuerdos de libre comercio que obviamente los ponen en competencia con productos que no están sujetos a las mismas cargas”, añadió.
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(AFP)
