“Matar a un paciente herido indefenso que está siendo tratado en un hospital constituye un crimen de guerra”, dijeron los expertos en un comunicado el viernes.
“Al disfrazarse de personal médico y civiles aparentemente inofensivos y protegidos, las fuerzas israelíes también cometieron prima facie el crimen de guerra de perfidia, que está prohibido en todas las circunstancias”, continuaron.
Los expertos añadieron que fuera de las hostilidades activas, “como mucho, las fuerzas israelíes podrían haber tenido derecho a arrestarlos o detenerlos” y sólo tenían derecho a usar la fuerza “si era estrictamente necesario para evitar una amenaza inminente a la vida o lesiones graves”.
El 30 de enero, fuerzas israelíes encubiertas se infiltraron en el hospital Ibn Sina en Jenin y mataron a tres hombres palestinos, según el hospital y la agencia de noticias estatal palestina.
Un espectacular video de CCTV capturó alrededor de una docena de comandos disfrazados de enfermeras, mujeres con hijabs y otros, uno empujando una silla de ruedas y otro llevando un asiento de seguridad para bebés, mientras irrumpían en un pasillo del hospital portando armas de asalto.
Hamás anunció que los tres hombres estaban durmiendo en el momento del ataque.
El mes pasado, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, Herzi Halevi, afirmó que los hombres que fueron asesinados a tiros estaban involucrados en una célula terrorista que planeaba llevar a cabo un “ataque grave” contra civiles israelíes.