El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el pasado 23 de diciembre la nueva Ley 31/2022, de 23 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2023.
En la disposición final segunda tras la Modificación de la Ley 10/1975, de 12 de marzo, sobre Regulación de la Moneda Metálica, se comunica los efectos que producirán estos cambios, sobre todo a las personas que carecen de cuentas bancarias o que continúan usando el dinero en efectivo para realizar pagos.
Tras la modificación del octavo artículo, el Banco de España retirará de la circulación las monedas que entren en sus Cajas y no superen el proceso de autentificación o no se consideren aptas para la circulación. El objetivo es evitar estafas.
Monedas que serán retiradas
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- 1, 2, 5, 10, 20 y 50 céntimos de euro que hayan sido acuñadas antes del año 1999
- 1 euro que hayan sido acuñadas antes del año 2002
- 2 euros que hayan sido acuñadas antes del año 2004
Estas serán apartadas siempre y cuando estén en mal estado o perciban fallas que impiden su circulación. Serán puestas a disposición de la Dirección General del Tesoro y Política Financiera, que será la encargada de decidir el destino final, “abonando el valor facial de las monedas no aptas y reintegrando el importe de los gastos ocasionados en la retirada, desmonetización y destrucción de dichas monedas”.
Según indica el octavo artículo, “las operaciones de desmonetización y destrucción serán realizadas, por razones de seguridad pública, por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre-Real Casa de la Moneda”.
¿Qué hacer con las monedas que salen de circulación?
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Los ciudadanos que conserven las monedas retiradas tienen dos opciones: entregarlas a un banco, puesto que están obligados a aceptarlas; o guardarlas como recuerdo, ya que en un futuro podría alcanzar un valor muy alto.