La capital de Guinea quedó paralizada el lunes en el primer día de una huelga general indefinida en medio de crecientes tensiones sociales y la ausencia de un gobierno de transición.
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Una confederación de los principales sindicatos ha instado a los sectores público y privado a hacer huelga para pedir la liberación de un destacado activista de los medios, reducir los precios de los alimentos y poner fin a la censura de los medios.
“Este ataque es bienvenido, obligará a las autoridades a comprender que no son dioses en la tierra”, dijo un funcionario del ministerio, que habló bajo condición de anonimato.
“Estoy en huelga porque los guineanos están hartos del sufrimiento creado artificialmente y mantenido por nuestros líderes”.
Se produce una semana después de que la junta militar disolviera inesperadamente el gobierno de transición, que estaba en el poder desde julio de 2022, sin dar ningún motivo.
Las restricciones a Internet impuestas hace tres meses se levantaron la semana pasada, un día después de que los sindicatos anunciaran planes para la huelga.
Las escuelas, los comercios y las carreteras estaban vacías el lunes por la mañana en Conakry, constató un corresponsal de la AFP.
Los jóvenes levantaron barricadas en algunas de las carreteras principales el domingo por la noche.
La policía mantenía una presencia discreta alrededor del mediodía del lunes.
Los sindicatos han pedido la liberación inmediata e incondicional de Sekou Jamal Pendessa, secretario general del Sindicato de Profesionales de la Prensa de Guinea (SPPG), detenido a finales de enero por “participar en una protesta no autorizada”.
También se eliminaron canales de televisión y se interrumpieron las frecuencias de radio en una ofensiva contra los medios de comunicación.
Las protestas se han vuelto raras bajo el líder de la junta, el general Mamady Doumbouya, quien asumió el poder mediante un golpe de estado en septiembre de 2021. No ha hablado públicamente desde principios de año.
Los líderes militares prohibieron todas las manifestaciones en 2022 y arrestaron a varios líderes de la oposición, miembros de la sociedad civil y miembros de la prensa.
Bajo presión internacional, la junta prometió devolver las riendas del gobierno a los civiles electos para finales de 2024, pero la oposición la acusó de deriva autoritaria.
(AFP)