Tesla detuvo la producción en su fábrica alemana el martes después de que las líneas eléctricas que abastecen a la única planta europea del fabricante de automóviles eléctricos fueran incendiadas en un acto de sabotaje reivindicado por un grupo de extrema izquierda.
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El propietario de Tesla, Elon Musk, tuiteó en alemán que el ataque fue “extremadamente tonto”, mientras que la compañía dijo que le costaría varios cientos de millones de euros y que no estaba claro cuándo podría reanudarse la producción.
Los servicios de emergencia fueron llamados a primera hora del martes ante la noticia de un incendio en una torre de alta tensión al sureste de Berlín, cerca de la planta de Tesla.
El incendio fue extinguido, pero los daños en las líneas dejaron sin electricidad a la fábrica del fabricante de automóviles estadounidense, así como a las aldeas circundantes.
Después de que la policía dijera que había iniciado una investigación sobre un presunto incendio provocado, el acto fue reivindicado por activistas de extrema izquierda del llamado Vulkangruppe (Grupo Volcánico).
“Con nuestro sabotaje, nos hemos fijado el objetivo de lograr el mayor apagón posible de la Gigafábrica”, dijo el grupo en un comunicado publicado en un sitio web de extrema izquierda.
Los activistas resaltaron su preocupación por el impacto ambiental de la planta y el suministro de agua local, en un momento en que Tesla busca ampliar el sitio.
Una empresa con el mismo nombre se atribuyó la responsabilidad de un incendio provocado en el suministro de energía de la planta de Tesla en 2021, según un informe de los servicios de inteligencia nacionales del mismo año.
El último ataque fue muy perturbador, ya que más de 12.000 trabajadores en el sitio actualmente no pueden hacer su trabajo.
“Actualmente no tenemos una visión clara de cuándo podremos reanudar la producción”, dijo el director de la planta, André Thierig, en una conferencia de prensa, añadiendo que los daños alcanzarán la “zona alta de nueve cifras”.
Musk dijo en X, anteriormente Twitter, que “estos son o los ecoterroristas más tontos de la Tierra o son títeres de aquellos que no tienen buenos objetivos ambientales.
“Detener la producción de vehículos eléctricos, en lugar de vehículos de combustibles fósiles, es ‘extremadamente tonto'”.
‘Una ofensa seria’
La ministra del Interior, Nancy Faeser, dijo que tal ataque “es un delito penal grave que no puede justificarse por nada.
“Si se confirma un motivo de extrema izquierda, entonces esto será una prueba más de que la escena de extrema izquierda no rehuye los ataques a infraestructuras energéticas críticas”.
El corte de energía es el último problema que afecta a la fábrica.
En enero, la mayor parte de la producción se detuvo en el sitio durante dos semanas debido a la escasez de piezas luego de retrasos en el envío causados por los ataques de los rebeldes yemeníes en el Mar Rojo, una ruta comercial vital.
La planta alemana de Tesla inició su producción en 2022 tras un arduo proceso de aprobación y construcción de dos años plagado de obstáculos administrativos y legales.
Tesla quiere ampliar el sitio en 170 hectáreas (420 acres) e impulsar la producción hasta un millón de vehículos al año para satisfacer la creciente demanda europea de automóviles eléctricos y enfrentarse a rivales que se están alejando de los vehículos con motor de combustión.
Pero los planes han molestado a los residentes locales, que votaron en contra del proyecto en una votación no vinculante el mes pasado.
Después de la votación, Tesla dijo que tal vez tendría que repensar los planes.
“Reconocemos que los ciudadanos de Gruenheide tienen preocupaciones en relación con la ampliación prevista del sitio”, afirmó la empresa.
Campamento forestal
Activistas medioambientales que se oponen a la ampliación de la fábrica de la empresa de Elon Musk instalaron recientemente un campamento en una zona boscosa cercana a la planta.
Los manifestantes en el campamento forestal, situado en una zona de bosque que el fabricante de automóviles tendrá que arrasar si la ampliación sigue adelante, comparten muchas de las objeciones de los lugareños a la fábrica.
Además de la deforestación, los activistas afirman que también existe una amenaza para el suministro local de agua potable.
Stop Tesla, el grupo detrás del campamento de protesta, dijo el martes que no tenía “información” sobre la causa del incendio y compartió su “solidaridad con los trabajadores de Tesla y los residentes locales”.
Tesla tiene muchos dolores de cabeza en otros lugares.
En Suecia, una huelga de los trabajadores de mantenimiento y reparación de Tesla ha durado más de cuatro meses por su negativa a firmar un convenio salarial colectivo.
En enero, la compañía informó menores ganancias operativas en el cuarto trimestre a pesar de mayores ingresos, al tiempo que advirtió sobre un crecimiento de volumen más lento este año.
(AFP)
