Hayao Miyazaki, el legendario cineasta japonés cuyos clásicos del anime han encantado a los fanáticos de todo el mundo durante décadas, ganó el segundo Oscar de su carrera.
A sus 83 años, Miyazaki ganó por dirigir la mejor película animada, “El niño y la garza”, la esperada fantasía del director de “El viaje de Chihiro”, “Mi vecino Totoro” y “El servicio de entrega de Kiki”.
Es el director de mayor edad jamás nominado para la categoría y el ganador de mayor edad por más de dos décadas, lo que se suma a un gran año en Hollywood para los cineastas de mayor edad. No estuvo presente en los premios.
Aclamada como una de las mejores películas de 2023, “The Boy and The Heron” venció a su principal rival en “Spider-Man: Across the Spider-Verse”, así como a “Elemental”, “Nimona” y “Robot Dreams”. “
La victoria del domingo para Miyazaki y el productor Toshio Suzuki culmina una sólida temporada de premios para la película, que ganó el máximo honor a una película animada en los Globos de Oro y los Premios de Cine BAFTA.
Fue la cuarta nominación al Oscar de Miyazaki a la mejor película animada, empatando con Pete Docter de Pixar en la mayor cantidad de nominaciones en esa categoría. Miyazaki ganó su primer Oscar en 2003 por “El viaje de Chihiro”.
Miyazaki comenzó a trabajar en “The Boy and the Heron” poco después de anunciar en 2013 que tenía la intención de retirarse del cine, nuevamente.
En extractos de un diario de esa época publicados en las notas de prensa de la película, Miyazaki escribe: “No hay nada más patético que decirle al mundo que te retirarás debido a tu edad y luego regresar otra vez.
“¿No demuestra una persona mayor que se engaña a sí misma pensando que todavía es capaz, a pesar de su olvido geriátrico, que ya no está en su mejor momento?” él añade. “Puedes apostar que sí”.
Miyazaki resolvió esas preocupaciones y la película resultante le valió no sólo su segundo Oscar el domingo por la noche, sino también su primer largometraje número uno en la taquilla norteamericana.
“The Boy and the Heron” sigue a un niño llamado Mahito Maki que se muda al campo después de la muerte de su madre. Allí, una misteriosa garza lo atrae a una torre apartada, un portal que lo transporta a un reino fantástico en medio de su dolor.
La película tardó una década en realizarse. En la era del CGI y la inteligencia artificial, Miyazaki se ha apegado al largo proceso de dibujar a mano sus animaciones.
Cuando recibió un Oscar honorífico en 2014 celebrando su arte y su narración, expresó su gratitud por el arte del dibujo.
“Mi esposa me dice que soy un hombre muy afortunado”, dijo Miyazaki en su discurso de aceptación a través de un traductor. “Y creo que he tenido suerte porque he podido participar en la última era en la que podemos hacer películas con papel, lápiz y película”.
