Macron se enfrenta a la reacción de los trabajadores médicos por el proyecto de ley de muerte asistida

Macron se enfrenta a la reacción de los trabajadores médicos por el proyecto de ley de muerte asistida

El presidente Emmanuel Macron enfrentó el lunes críticas de los trabajadores médicos franceses y de la Iglesia católica por un proyecto de ley que su gobierno planea presentar al parlamento en mayo que permitiría la muerte asistida para ciertos pacientes con enfermedades terminales.

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El líder centrista anunció el plan de presentar el proyecto de ley en entrevistas periodísticas publicadas el domingo, insistiendo en que habría “condiciones estrictas” para permitir que las personas se autoadministren una sustancia letal o llamen a un familiar o a un trabajador médico si no pueden hacerlo.

La medida se produce después de que el parlamento francés consagrara la semana pasada el derecho al aborto en la constitución, una medida muy popular defendida por el presidente y una primicia mundial.

“Hay casos que no podemos aceptar humanamente”, dijo Macron al periódico católico La Croix y al izquierdista Liberation, diciendo que la ley “fraternal” “mira a la muerte cara a cara”.

El primer ministro Gabriel Attal escribió en X que el proyecto de ley se presentará al Parlamento francés a partir del 27 de mayo. “La muerte ya no puede ser una cuestión tabú y sujeta a silencio”, añadió.

Pero varios grupos de trabajadores de la salud declararon su “consternación, ira y tristeza” por el plan.

Macron “ha anunciado con gran violencia un sistema muy alejado de las necesidades de los pacientes y de la realidad cotidiana de los trabajadores sanitarios, que podría tener graves consecuencias en la relación asistencial”, afirmaron en un comunicado conjunto las asociaciones de cuidados paliativos, de apoyo al cáncer y de enfermeras especializadas.

Acusando al gobierno de intentar ahorrar dinero con el plan, dijeron que mayores recursos para cuidados paliativos, en lugar de muerte asistida, cumplirían con las demandas de los pacientes de “morir con dignidad”.

Promesa de campaña

En la actualidad, la ley francesa permite la “sedación profunda y continua” de pacientes que de otro modo sufrirían un gran sufrimiento y tendrían una esperanza de vida corta.

Pero actualizar las reglas fue una de las promesas de campaña presidencial de Macron, y reunió a una asamblea de ciudadanos seleccionados al azar para deliberar.

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Emitieron una decisión no vinculante en 2023 según la cual la muerte asistida debería permitirse bajo ciertas condiciones.

El proyecto de ley que ahora ha propuesto permitiría la muerte asistida a adultos “plenamente capaces de discernir”, excluyendo a los pacientes psiquiátricos y con Alzheimer, por ejemplo.

Tendrían que padecer una enfermedad “incurable” que podría resultar mortal a “corto o medio plazo”, provocando un sufrimiento “resistente al tratamiento”.

Las solicitudes de muerte asistida de los pacientes serán resueltas por su equipo médico en un plazo de dos semanas. Si se aprueba, recibirían una receta para una sustancia letal que podría autoadministrarse.

Las personas que padecen determinadas afecciones, como la enfermedad de la neurona motora, podrían designar a alguien para que les administre la dosis letal o recibir ayuda de un trabajador sanitario.

Más allá de la muerte asistida, la ley también inyectaría mil millones de euros (1.100 millones de dólares) a cuidados paliativos durante 10 años, dijo Macron a los periódicos, prometiendo también abrir 21 nuevos centros en zonas desatendidas.

‘Hacia la muerte’

“Francia finalmente está saliendo de la lentitud de los últimos meses”, dijo en un comunicado la Asociación por el Derecho a Morir con Dignidad (ADMD).

El grupo elogió el “calendario relativamente preciso” para que la ley llegue al parlamento.

Pero ADMD también se opuso a algunas disposiciones, como la opción de excluir por adelantado las solicitudes de los enfermos de Alzheimer.

“Espero que (la ley) nos permita encontrar lo que deseamos cuando estemos cerca del final, que es la calma”, dijo a la emisora ​​France Inter el activista moribundo asistido Loic Resibois, que sufre una enfermedad de la neurona motora.

“Es muy importante saber que la ley francesa finalmente nos permitirá evitar una situación en la que todavía no estemos muertos, pero ya no estemos vivos”, añadió.

Mientras tanto, los obispos católicos de Francia rechazaron categóricamente el proyecto de ley.

“Una ley como esta, cualquiera que sea su objetivo, inclinará todo nuestro sistema de salud hacia la muerte como solución”, dijo a La Croix el jefe de la conferencia episcopal, Eric de Moulins-Beaufort.

Macron estaba ofreciendo “un texto perfectamente redactado sobre lo que él llama ‘muerte asistida’, pero sobre los cuidados paliativos son promesas vagas con cifras muy aproximadas”, añadió.

(AFP)

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