Ilkay Gündogan concedió una entrevista hace algunos días al rotativo alemán ‘Süddeutsche Zeitung’. En una de sus respuestas habló de la exigencia física que está asumiendo esta temporada, en la que lo está jugando absolutamente todo, tanto en el Barça como en la selección alemana. “Tuvimos mala suerte con las lesiones, de lo contrario habría tenido un descanso, que me habría venido bien”, reconocía el futbolista, que aún no ha entrado en las rotaciones de Xavi, pero tampoco de Nagelsmann, que este sábado ha vuelto a darle la titularidad en el amistoso jugado ante Francia.
El ex del Manchester City salió de inicio en un centro del campo en el que también estuvieron Kroos, Musiala y Wirtz. Situado en la posición de enlace entre la medular y el ataque, Gündogan ejerció por detrás de Havertz, que fue la referencia germana ante un combinado galo formado, entre otros, por Koundé, Dembélé y Mbappé. De hecho, Ousmane (83 minutos) y Kylian (acabó el partido) fueron las referencias en ataque de los franceses desde las dos bandas. Los alemanes se impusieron 0-2 en un encuentro en el que los de Nagelsmann encontraron la fórmula para frenar una línea ofensiva que se parecerá mucho a la que presente el PSG en la eliminatoria de cuartos de final de la Champions ante el Barça.
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Dembélé y Mbappé, a cero
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Y es que, más allá de la omnipresencia de Gündogan, que abandonó el terreno de juego a los 72 minutos, destacó el partido que realizó Ter Stegen, que tenía la responsabilidad de frenar a Dembélé y a Mbappé. Y respondió a lo grande porque fue capaz de frenar a uno y a otro en las ocasiones que tuvieron, ganando la primera batalla con la mirada puesta en la Champions. Fue solo un amistoso, pero sirvió para empezar a mostrar las cartas de unos y otros.