La nueva tarjeta de crédito de Robinhood se reveló el martes y, aunque solo está disponible para los miembros de Robinhood Gold, la Gold Card tiene una característica que está generando titulares: la capacidad de invertir bonos de devolución de efectivo en inversiones.
El anuncio se produce ocho meses después de la adquisición de la startup X1 por 95 millones de dólares, y resulta que una de las características más importantes de X1 fue la capacidad de invertir beneficios de devolución de efectivo. ¿Coincidencia? ¡Obviamente no! Robinhood espera que ese bono, además de una serie de otros beneficios, incluida la posibilidad de agregar miembros de la familia como titulares de tarjetas, incluso si son jóvenes o no tienen un número de Seguro Social, sea suficiente para alejar a los clientes del atractivo de Apple.
Pero, ¿qué pasa con la entrada de las empresas tecnológicas en el juego del crédito al consumo? Se podría argumentar que la elección de Robinhood de ofrecer una tarjeta es solo una extensión de su cartera de productos financieros, que ya está en expansión. Pero Apple también tiene una tarjeta, recordemos. Y el gigante tecnológico se está adentrando cada vez más en el ámbito de las finanzas personales a medida que pasa el tiempo.
Las empresas tecnológicas que amplían sus competencias de productos con el tiempo no son nuevas (diablos, escribí sobre ello en 2014), pero es notable ver cómo el financiamiento al consumo diario se está convirtiendo en una historia tecnológica. Dale al clip, ¡charlemos!
