Associated Press
SEATTLE — Investigadores federales indican que la población de ballenas grises a lo largo de la costa oeste está mostrando signos de recuperación cinco años después de que cientos de ellas aparecieran muertas en playas desde Alaska hasta México.
El aumento de la población se produce después de que la Asociación Nacional Oceánica y Atmosférica determinara en noviembre que el “evento de mortalidad inusual” que comenzó en 2019 había terminado.
“Es bueno poder informar algunas buenas noticias de los últimos años”, dijo a The Seattle Times Aimee Lang, bióloga investigadora del Centro de Ciencias Pesqueras del Suroeste de la NOAA.
La agencia ha estimado que el número total de ballenas grises del Pacífico norte oriental está entre 17.400 y 21.300, un aumento de las 13.200 a 15.960 ballenas estimadas el año pasado.
La población comenzó a disminuir después de llegar a unas 27.000 ballenas en 2016. El evento de mortalidad alcanza su punto máximo entre el 17 de diciembre de 2018 y el 31 de diciembre de 2020, dijo la agencia. Se trataba de 690 ballenas grises muertas que llegaron a las costas desde Alaska hasta México. De ellos, 347 estaban en Estados Unidos, 316 en México y 27 en Canadá.
En un año promedio, alrededor de 35 ballenas aparecieron muertas en los EE. UU. Hace cinco años, esas ballenas aparecieron en las costas de California, Oregón, el estado de Washington y Alaska.
Cada año, a finales de septiembre, las ballenas migran 16.093 kilómetros (10.000 millas) desde sus zonas de alimentación en el Ártico para dar a luz a sus crías en la Península de Baja California en México.
Los investigadores de la NOAA dijeron que el evento de mortalidad se debió a cambios en los ecosistemas en los mares del norte de Bering y Chukchi frente al norte de Alaska, que cambiaron el acceso y la calidad de las presas.
“Estos cambios contribuyeron a la mala condición nutricional observada en las ballenas vivas en las zonas de invernada de México y en las ballenas grises muertas varadas en los tres países”, dijo la NOAA. “Esta desnutrición provocó un aumento de la mortalidad durante la migración anual de las ballenas hacia el norte (de México a Alaska) y una disminución de la producción de crías. Esto resultó en una disminución general de la abundancia de la población”.
Las ballenas grises del Pacífico norte oriental fueron eliminadas de la lista de especies en peligro de extinción en 1994, después de recuperarse de la era ballenera.