El asediado gobierno de Perú busca un voto de confianza mientras el escándalo Rolexgate hace estragos

El asediado gobierno de Perú busca un voto de confianza mientras el escándalo Rolexgate hace estragos

El asediado gobierno de Perú solicitará el miércoles al Congreso un voto de confianza que choca con su enésimo escándalo: cómo el presidente llegó a poseer una colección de costosos relojes y joyas Rolex.

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El primer ministro Gustavo Adrianzen fue nombrado hace sólo un mes después de que su predecesor renunciara por un escándalo en el que supuestamente concedió favores políticos a un interés amoroso mucho más joven.

Como cualquier nuevo primer ministro, Adrianzen tiene que presentarse ante el Congreso para recibir luz verde para ocupar el cargo.

Pero el voto de confianza programado se produce la misma semana en que seis ministros renunciaron después de una redada policial en la casa y las oficinas de la presidenta Dina Boluarte, lo que lo convierte en una prueba clave de apoyo a su frágil gobierno.

Si los legisladores le niegan a Adrianzen un voto de confianza, tendrá que dimitir.

Un resultado así sólo profundizaría la agitación en Perú, que se encuentra en su sexto presidente en ocho años.

Boluarte, de 61 años, que tiene índices de aprobación bajísimos, está siendo investigada por presunto enriquecimiento ilegal y por no declarar sus relojes de lujo, un escándalo denominado Rolexgate por los medios locales.

En vísperas de la votación, el fiscal general Juan Villena anunció una ampliación de la investigación sobre la posesión por parte de Boluarte de una “brazalete Cartier de 56.000 dólares” y otras joyas valoradas en más de 500.000 dólares. También se están investigando depósitos bancarios por valor de unos 250.000 dólares.

El Congreso decidirá

Boluarte llegó al poder en diciembre de 2022 después de que el expresidente Pedro Castillo intentara disolver el Congreso y gobernar por decreto, lo que provocó su arresto y protestas violentas exigiendo que ella dimitiera y que se celebraran nuevas elecciones.

También enfrenta una demanda constitucional por la represión de esas protestas que provocaron la muerte de más de 50 personas.

Su índice de aprobación ronda el 10 por ciento.

Ninguno de los relojes fue encontrado en las redadas y la fiscalía le ordenó que los presente durante su declaración el viernes.

Si es acusada en el caso Rolex, no podría llevarse a cabo un juicio hasta que finalice su mandato en julio de 2026 o será sometida a juicio político, según la Constitución.

La constitución de Perú otorga al Congreso un enorme poder para destituir a los presidentes, y el juicio político requiere sólo 87 votos de 130 legisladores.

Los votos de juicio político pueden realizarse sobre la base de una vaga disposición de “incapacidad moral” que no requiere que los legisladores demuestren irregularidades legales.

Por lo que sería en “el Congreso donde se decidirá si ella permanece en la presidencia”, dijo el analista Augusto Álvarez Rodrich.

Los legisladores de izquierda han presentado tres mociones para destituir a Boluarte (la última comenzó el lunes), pero ninguna ha avanzado aún al debate.

El Congreso está controlado por una mayoría de partidos de derecha que apoyan a Boluarte.

El analista Álvarez, quien también es columnista del diario La República, dijo que el juicio político es poco probable ya que el Congreso preferiría “evitar el riesgo” de que se convoque a elecciones anticipadas.

“Las principales fuerzas en el Congreso pretenden mantener el status quo el mayor tiempo posible”, dijo el politólogo Carlos Meléndez, de la Universidad Diego Portales de Chile.

Pero dijo que sería “un milagro” si Boluarte llegara al final de su mandato “porque nadie quiere ser aliado de un presidente impopular” cuando lleguen las elecciones de 2026.

(AFP)

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