Mbappé sentencia la eliminatoria con un doblete / AP
La rigurosa expulsión de Araujo en el minuto treinta condicionó el partido y acabó con cualquier posibilidad de que el Barça eliminara al PSG y continuara así con su sueño europeo. Es cierto que el dominio inicial de los franceses fue contrarrestado con el gol de Raphinha, pero quedarse con uno menos dejó a los azulgranas muy tocados. Con uno menos y con Lamine Yamal abandonando el terreno de juego para reforzar la defensa, la misión se convertía en imposible. No fue una decisión fácil la de Xavi, que optó por retirar al joven canterano en lugar del delantero brasileño.
Luego, tras el descanso, marcaron de nuevo los de Luis Enrique hasta que un precipitado penalti de Cancelo dejó la eliminatoria prácticamente resuelta. Nadie puede garantizar que jugando once contra once los azulgranas hubieran pasado a semifinales, pero con uno menos y un penalti en contra es imposible ganar un partido de Champions. A pesar de todo, los azulgranas lo intentaron hasta el final. Compitieron y gozaron incluso de claras ocasiones de gol hasta que el correcalles final benefició a los de Luis Enrique.
Es una pena quedarse fuera tras un partido con tantos contratiempos, pero a estos niveles ciertos errores no tienen solución. Es más, el Barça fue mucho mejor en París que el PSG en Barcelona.
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Ahora solo queda recuperarse, observar con atención el partido entre el City y el Madrid y centrarse para el Clásico del próximo domingo. Ganar en Madrid es imprescindible para seguir optando a una Liga que también parece una tarea complicada. Visto el panorama es muy posible que los azulgranas se queden sin poder celebrar ningún título, aunque terminen con mejores sensaciones que durante la primera vuelta. Unas sensaciones positivas, un equipo que ha ido de más a menos y muchas incógnitas por resolver. La primera de todas solucionar el futuro de Xavi. Tiempo habrá para decidir. Ahora toca levantar el ánimo y pensar en el Bernabéu…