Los legisladores georgianos debaten el controvertido proyecto de ley sobre “influencia extranjera” mientras los opositores convocan protestas masivas

Los legisladores georgianos acordaron el martes un borrador inicial de un controvertido proyecto de ley sobre “influencia extranjera”, lo que generó temores de protestas contra la legislación criticada por reflejar la represiva ley rusa.

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La ley ha provocado indignación en Georgia y preocupación en Occidente, y muchos argumentan que socava el intento de Georgia de ser miembro de la Unión Europea.

Los legisladores votaron 78 a 25 para aprobar el proyecto de ley para un mayor debate y se espera que aprueben la ley en primera lectura más tarde el martes.

El partido gobernante Sueño Georgiano tiene una mayoría dominante en la legislatura y puede aprobarla sin el respaldo de la oposición.

Los opositores han convocado una manifestación masiva contra la ley el martes. El lunes, la policía detuvo a 14 manifestantes cuando unas 10.000 personas salieron a las calles.

Si se adopta, el proyecto de ley exigirá que cualquier ONG independiente y organización de medios que reciba más del 20 por ciento de financiación del extranjero se registre como una “organización que persigue los intereses de una potencia extranjera”.

En Rusia se utiliza una ley similar para castigar a los críticos del gobierno y asfixiar a los medios independientes.

La Comisión Europea ha pedido a Tbilisi que no apruebe la legislación, diciendo que contradice las reformas democráticas que Tbilisi debe llevar a cabo para avanzar en su camino hacia la membresía en la UE.

En diciembre, la UE concedió a Georgia el estatus de candidato oficial, pero dijo que Tbilisi tendría que reformar sus sistemas judicial y electoral, reducir la polarización política, mejorar la libertad de prensa y restringir el poder de los oligarcas antes de que se iniciaran formalmente las conversaciones sobre su membresía.

El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, dijo la semana pasada que aprobar la ley “desviaría a Georgia de su camino europeo”.

En una medida sorpresiva antes de las elecciones parlamentarias de octubre, consideradas una prueba democrática clave, el partido gobernante volvió a presentar el proyecto de ley en el parlamento a principios de este mes.

Se vio obligado a abandonar una medida similar el año pasado, tras protestas masivas en las que la policía utilizó cañones de agua y gases lacrimógenos contra los manifestantes.

Georgia, ex república soviética, ha buscado durante años profundizar sus relaciones con Occidente, pero el actual partido gobernante está acusado de intentar orientar a la nación del Mar Negro hacia vínculos más estrechos con Rusia.

Tradicionalmente vista como líder de la transformación democrática entre los países ex soviéticos, Georgia ha sido criticada en los últimos años por lo que se percibe como un retroceso democrático.

(AFP)

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