Donovan Mitchell (45) de los Cleveland Cavaliers dirige a su equipo mientras GG Jackson (45) de los Memphis Grizzlies espera durante la primera mitad de un partido de baloncesto de la NBA en Cleveland, el miércoles 10 de abril de 2024. (Foto AP/Phil Long)
INDEPENDENCE, Ohio – Donovan Mitchell comprende lo que está en juego: todo.
En las próximas semanas, su reputación, su estatura entre las estrellas de la NBA y tal vez incluso su futuro con Cleveland, están en juego.
Una temporada desigual llena de giros inesperados y lesiones para los Cavs ha devuelto a Mitchell a los playoffs, donde será juzgado.
Hay peso y presión. Nada nuevo.
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“Viene con el territorio”, dijo Mitchell.
Después de verse frenado por una lesión en la rodilla izquierda desde el receso del Juego de Estrellas, Mitchell se proclamó “100 por ciento” y “listo para comenzar” mientras los Cavs practicaban el miércoles en preparación para su enfrentamiento de primera ronda contra el Orlando Magic.
La serie al mejor de siete comienza el sábado en Rocket Mortgage FieldHouse. El segundo juego es el 22 de abril.
Mitchell sólo ha jugado en 10 de 26 partidos posibles desde el 1 de marzo debido a un dolor en la rodilla, que fue tratado con una inyección de plasma rico en plaquetas seguida de un descanso prolongado y un cuidadoso seguimiento por parte de los Cavs.
Durante semanas, Mitchell no se parecía en nada a él. Su estallido normal había desaparecido y le faltaba su habitual cambio de dirección, armas que utiliza para separarse de los mejores defensores de la liga.
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Existía la preocupación de que estuviera más gravemente herido, pero Mitchell, quien también jugó varios partidos usando una máscara para proteger su nariz rota, encontró su equipo la semana pasada con una noche de 33 puntos contra Indiana.
Fue su primera actuación de más de 30 puntos desde el 27 de febrero, y pareció brindarle algo de consuelo a él y a los Cavs.
El descanso adicional de esta semana también ha ayudado.
“Sin duda es una bendición”, dijo. “Pero mentalmente estoy listo para jugar”.
Ahora, a solo unos días, el primer partido de los playoffs es un juego que Mitchell y la mayoría de sus compañeros de equipo han estado esperando jugar durante un año.
Donovan Mitchell (45) y Darius Garland (10) de los Cleveland Cavaliers hablan cerca del final de la segunda mitad de un partido de baloncesto de la NBA contra los Indiana Pacers en Cleveland, el viernes 12 de abril de 2024. (Foto AP/Phil Long)
El primer viaje de Mitchell a la postemporada con Cleveland fue una calamidad. Los New York Knicks, el equipo de su ciudad natal y con el que continúa vinculado, intimidaron a los Cavs en una paliza de cinco juegos que dejó marcas en Mitchell y los Cavs.
A pesar de promediar 27,8 puntos en 44 partidos de playoffs en su carrera, Mitchell nunca pasó de la segunda ronda en cinco apariciones con Utah y una con Cleveland. Justo o no, el estigma de no poder ganar el grande lo persigue.
Nunca ha rehuido las críticas. Mitchell sabe que sólo hay una manera de cambiar la narrativa: ganar. Es el líder indiscutible de Cleveland, el hombre al que acudir, a quien se le pide que lleve la carga.
Mitchell no lo haría de otra manera.
“Eso es lo que se espera de mí”, dijo. “Eso es lo que soy para mí mismo, lo que todos esperan que sea. Pero al final del día, me propongo mis propios objetivos personales y este es uno de ellos. Resulta que también se alinea con las expectativas de todos los demás.
“Quiero decir, me puse eso y eso no me preocupa. Me preparé para estos momentos. Mis compañeros creen en mí y yo creo en mí mismo. Ahora puedo sentarme aquí y decir que esto es todo lo que quiero, pero tengo que salir y hacerlo”.
Los Cavs creen que están mejor preparados para estos playoffs. Si bien la postemporada del año pasado fue dolorosa, la salida anticipada proporcionó valiosas herramientas de aprendizaje que pretenden utilizar esta vez.
También se han endurecido por una variedad de golpes y magulladuras. A mediados de diciembre, las lesiones de Darius Garland y Evan Mobley (el dúo se perdió seis semanas) amenazaron con descarrilar a los Cavs antes de que comenzara 2024.
Sin embargo, perseveraron y pasaron gran parte de la temporada compitiendo por el puesto número 2 en la Conferencia Este de la NBA antes de que una caída tardía los dejara en el puesto número 4.
Los playoffs siempre fueron un objetivo. No el último.
“Estar aquí es lo mínimo para este grupo”, dijo Mitchell. “Esto es lo que somos en el nivel más bajo. Todos esperábamos eso. No conseguimos que tipos como Max Strus y Georges Niang firmen en la agencia libre, Tristan Thompson, Marcus Morris, si no creen que podemos hacer algo.
“Todos creemos en nosotros mismos. Siempre tenemos un resentimiento en nuestro hombro, independientemente de si es el sembrado No. 1, el sembrado No. 10, lo que sea. Aquí es donde esperábamos estar y ahora tenemos que salir y manejar los negocios”.
Mientras los Cavs se preparan para enfrentar al joven y peligroso Magic, el próximo movimiento de Mitchell pende sobre la franquicia de Cleveland.
Es elegible para firmar una extensión de contrato con los Cavs este verano. Hasta este punto, Mitchell no se ha comprometido y ha dejado abiertas sus opciones. No tiene sentido que esté inmovilizado.
Por ahora, el único objetivo del jugador de 27 años es lo que le espera en la próxima serie y, con suerte, en otra después de esa.
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“Estamos en buena forma”, dijo. “Estamos listos para partir”.