¿Cómo sería la carta de un restaurante prehistórico?: ciervo, conejo, salmón y frutos rojos

El hombre de la prehistoria comía mucho y variado. No se puede saber si disfrutaban con la comida, pero sí hay evidencias de que eran selectivos a la hora de elegir las presas, de que cocinaban la comida y de que estaban bastante mejor alimentados de lo que nosotros creemos, “hace 23.000 años ya había individuos obesos” ha contado en COPE Cantabria Olivia Ribero, prehistoriadora y arqueóloga.

Las sociedades del pasado no eran bandas de pocas personas en el límite de la supervivenciahay que pensar más en sociedades más sofisticadas que seleccionaban lo que comían y que comían en abundancia.

Es cierto también, asegura Ribero, que a lo largo dela historia dela humanidad, ha habido periodos de mucho estrés ecológico en las cuales la supervivencia ha sido muy dura, pero, en términos generales, “Eran sociedades bastante más resilientes, estaban muy bien adaptadas y en cuestiones de alimentación, sabían muy bien lo que hacían”.

Estas conclusiones no llegan a nuestros días a través de algún recetario encontrado en alguna excavaciónsino por los restos de la fauna que consumían. “Se sabe qué cazaban, cuándo lo cazaban y hasta lo que aprovechaban de cada animal que cazaban” dice Ribero.

Tanto es así que nuestros antepasados rompían los huesos de los animales que cazaban para aprovechar el tuétano del interior, “no solo por las cualidades nutritivas, sino porque sabían que se conservaba muy bien a largo plazo, lo cual lo hace parecer la lata de conserva de la prehistoria”.

Los restos humanos encontrados, a pesar de que no hay muchos del paleolítico, y su análisis a través de isótopos nos ayuda a saber de qué se ha alimentado cada individuo. “Se sabe, por lo tanto, que consumían carne, carne de animales herbívoros, comían pescado y también recursos vegetales cuando las estaciones lo permitían”.



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