Por Mark Baker y Keiran Smith | Associated Press
SYDNEY – Los compradores y trabajadores regresaron el viernes a un centro comercial “realmente tranquilo” de Sydney, donde seis días antes un agresor mató a puñaladas a seis personas e hirió a más de una docena en un ataque que la policía cree que tuvo como objetivo mujeres.
El centro comercial Westfield Bondi Junction, cerca de la mundialmente famosa Bondi Beach, abrió sus puertas el jueves, aunque las tiendas del interior estaban cerradas, para un “día de reflexión comunitaria”. El primer ministro del estado de Nueva Gales del Sur, Chris Minns, lo describió como “el primer paso hacia la curación” en lo que ha sido una semana traumática para la ciudad más grande de Australia.
Había una gran presencia policial y de seguridad, con guardias con chalecos negros a prueba de puñaladas apostados en cada nivel del centro comercial. Los visitantes se contaron por cientos, pero fueron menos de lo habitual que se espera un viernes durante las vacaciones escolares.
Un visitante, Anthony Simpson, que estaba de compras con sus dos hijos, describió la atmósfera en el centro comercial, normalmente concurrido, como “sombría”.
“Supongo que se podría decir que tiene una sensación extraña”, dijo Simpson.
Otro comprador, Stephen Roy, residente local de Bondi, simplemente dijo que el centro comercial estaba “realmente tranquilo”.
Las autoridades dijeron que había servicios de asesoramiento disponibles en el sitio para trabajadores minoristas y visitantes.
Haciendo eco de llamados similares hechos por el gobierno de Nueva Gales del Sur, el sindicato que representa a los trabajadores minoristas pidió a los compradores que sean conscientes y sensibles a la forma en que interactúan con el personal del centro comercial.
“Va a ser un día muy difícil para mucha gente”, dijo el viernes el secretario del sindicato SDA NSW, Bernie Smith, a la Australian Broadcasting Corporation. “Si estás en esas tiendas, claro, debes reconocer lo que pasó, pero no volver a traumatizar a los trabajadores preguntándoles qué pasó ese día”.
Un gran tributo floral afuera del centro comercial que comenzó el domingo ha seguido creciendo desde el ataque, mientras los residentes de Sydney intentan aceptar el impactante ataque.
También se colocó un libro de condolencias y un homenaje floral dentro del centro comercial para que los visitantes presenten sus respetos.
Está prevista una vigilia con velas en la cercana Bondi Beach el domingo por la noche para honrar a las víctimas.
El agresor, Joel Cauchi, fue asesinado a tiros por un oficial de policía durante su ataque con cuchillo en el centro comercial. La reapertura de las tiendas el viernes coincidió con la policía acusando a un adolescente de delitos de terrorismo por el ataque del lunes en una iglesia de Sydney que hirió a dos clérigos cristianos.
El adolescente habló en árabe sobre el insulto del profeta Mahoma después de que apuñaló al obispo Mar Mari Emmanuel y al reverendo Isaac Royel durante el servicio ortodoxo asirio. Más tarde, los feligreses lo reprimieron y sufrió graves heridas en la mano.
Algunos han dicho que el ataque al centro comercial debería considerarse un acto de terrorismo si los investigadores descubrieran que la motivación de Cauchi era atacar a las mujeres. Cinco de las seis personas que mató eran mujeres, mientras que el hombre que murió era un guardia de seguridad del centro comercial. La mayoría de los heridos también eran mujeres.
La policía ha descartado que se trate de terrorismo y la familia de Cauchi dijo que tenía un largo historial de esquizofrenia.
El fiscal general de Australia, Mark Dreyfus, no aceptó la sugerencia, pero dijo que era necesario hacer más para prevenir la violencia contra las mujeres.
“Creo que podemos hablar de violencia contra las mujeres sin difuminar las líneas y convertirlas en otra cosa”, dijo a ABC Radio el viernes.
Smith informó desde Newcastle, Australia.