El presidente del Partido Popular en Cataluña (PPC) y cabeza de lista de esta formación a las elecciones del 12M, Alejandro Fernández, ha calificado “de inmoral e indecente” que dos formaciones políticas como Esquerra y Junts planteen “la expulsión de la Policía Nacional y la Guardia Civil de Cataluña”. En declaraciones al programa Converses de Cope Catalunya i Andorra, el político popular acusa a las dos formaciones de querer atribuir a los policías de hoy las barbaridades que hace 50 o 60 años pudieron cometer otros agentes: “¿Qué culpa tienen los policías de hoy, que son un cuerpo democrático y ejemplar?, se pregunta Alejandro Fernández.
El político popular, además, ha recordado a Junts y Esquerra que, a consecuencia de los días del tsunami y de las protestas por la sentencia del Procés, “tres policías nacionales han tenido que dejar su trabajo porque han quedado con incapacidades severas por las agresiones que recibieron”. “Esto sí que es el resultado de la violencia que se vivió, ha asegurado.
Preguntado por los cinco días de reflexión de Pedro Sánchez, Alejandro Fernández ha acusado al presidente del gobierno de “manipular los sentimientos de la gente al más puro estilo del populismo”. Y, sobre pactos postelectorales, ha explicado que “el PP solo se sentará a negociar con la formación que apueste por rebajar los impuestos y quiera acabar con el proceso separatista, es decir, llevar a los separatistas a la oposición.”
Por otro lado, Alejandro Fernández ha situado la inseguridad ciudadana, las ocupaciones ilegales, las listas de espera sanitarias, las restricciones por la sequía y la educación como los grandes problemas de Cataluña. El cabeza de lista del PPC ha explicado que “en materia de seguridad ciudadana faltan efectivos” y por eso proponen “la creación de 570 nuevas plazas de Mossos y mejoras materiales”. Además, advierte de que la CUP quiere que los Mossos vayan sin armas como propone Bildu para el País Vasco: “¿Cómo garantizarán el orden?, ¿dando besos?”, ironiza el popular.
Sobre educación, el candidato popular ha considerado que “las obsesiones ideológicas de los últimos 30 años han puesto el sistema educativo al servicio de proceso de construcción nacional y no al servicio del alumno y la mejora del conocimiento” y en cuanto a la inmersión lingüística, ha asegurado que “si el objetivo era incrementar el uso del catalán entre los jóvenes, el fracaso es total, porque ha bajado 20 puntos en una década”. Alejandro Fernández ha advertido de que “una lengua impuesta a través de multas, sanciones y muy identificada con la independencia de Cataluña, lo único que consigue es que sea una lengua que se aparta de los jóvenes y que acabe siendo antipática”.