El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha prometido aplastar a los combatientes restantes de Hamás en Rafah, donde gran parte de la población de Gaza ha buscado refugio tras casi siete meses de guerra.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió sobre posibles consecuencias nefastas para los 1,2 millones de personas refugiadas en Rafah.
“La OMS está profundamente preocupada de que una operación militar a gran escala en Rafah, Gaza, pueda conducir a un baño de sangre y debilitar aún más un sistema de salud que ya está roto”, escribió Tedros en X, anteriormente Twitter.
En un comunicado, la OMS anunció esfuerzos de contingencia, pero advirtió que “el sistema de salud fallido no podría hacer frente al aumento de víctimas y muertes que causaría una incursión en Rafah”.
“Este plan de contingencia son curitas”, dijo a los periodistas en Ginebra Rik Peeperkorn, representante de la OMS en los territorios palestinos.
“No evitará en absoluto la importante mortalidad y morbilidad adicional esperada causada por una operación militar”.
Según la OMS, la mayoría de las instalaciones sanitarias del territorio asediado han resultado dañadas o destruidas en medio de los intensos bombardeos israelíes.
Sólo 12 de los 36 hospitales de Gaza y 22 de sus 88 centros de salud primaria son “parcialmente funcionales”, dijo la agencia de salud de la ONU.
“Como parte de los esfuerzos de contingencia, la OMS y sus socios están trabajando urgentemente para restaurar y reanimar los servicios de salud”, añade el comunicado.
Señaló que los tres hospitales actualmente operativos de Rafah serían inaccesibles “cuando las hostilidades se intensifiquen en sus proximidades”.
En cambio, la OMS está trabajando para restaurar el hospital más grande del sur de Gaza, el Complejo Médico Nasser en el cercano Khan Yunis, y establecer sitios médicos adicionales.
“El debilitado sistema de salud no podrá soportar la magnitud potencial de devastación que causará la incursión”, afirmó Peeperkorn.
Una operación militar en Rafah podría provocar una nueva ola de desplazamientos, lo que provocaría más hacinamiento, acceso limitado a alimentos, agua y saneamiento y más brotes de enfermedades, añadió.
En su declaración, la OMS pidió “un alto el fuego inmediato y duradero y la eliminación de los obstáculos para la entrega de asistencia humanitaria urgente a Gaza y a través de ella, en la escala que se requiere”.
Jens Laerke, portavoz de la agencia humanitaria de la ONU OCHA, afirmó que una operación militar en Rafah “podría conducir a una matanza”.
“Para las agencias que ya luchan por brindar ayuda humanitaria en Gaza, una invasión terrestre supondría un golpe desastroso”, dijo a los periodistas.
“Cualquier operación terrestre significaría más sufrimiento y muerte”, añadió.
La guerra de Gaza más sangrienta de la historia comenzó después de un ataque sin precedentes contra el sur de Israel por parte del grupo palestino Hamás el 7 de octubre de 2023.
El ataque provocó la muerte de 1.200 personas. Los agentes también tomaron unos 250 rehenes, de los cuales Israel estima que 128 permanecen en Gaza. El ejército israelí dice que 35 de ellos están muertos.
La implacable ofensiva militar de represalia de Israel ha matado a más de 34.500 personas en Gaza, la mayoría de ellas mujeres y niños, según el Ministerio de Salud del territorio controlado por Hamás.