SANTA CLARA – Los colores de los San Jose Earthquakes son negro y azul, pero el estacionamiento de su partido en casa en el Levi’s Stadium estaba inundado de rojo, verde y blanco mexicano.
Ni siquiera una lluvia constante y fuertes vientos el sábado por la tarde pudieron impedir que miles de personas celebraran el fin de semana del Cinco de Mayo con parrilladas y música antes de que los Earthquakes se enfrentaran al LAFC.
Es fantástico ver a todos difundir la cultura”, dijo Christian Trujillo, cuya familia tenía con orgullo una bandera mexicana montada en un camión.
Una banda de mariachi, una de varias alrededor del Levi’s Stadium, tocó en un escenario cerca del estadio, mientras que los luchadores de Lucha Libre emocionaron a los espectadores en otra puerta.
A medida que uno se acercaba al estacionamiento, los éxitos grabados de la discografía de Peso Pluma se mezclaban con los olores a chorizo y hamburguesas en un ambiente festivo, reflejando el partido del año pasado en el estadio de los 49ers.
Jonathan Esparza, quien disfrutaba de comida y bebida con sus familiares antes de ingresar al estadio, asistió a esa victoria por 2-1 sobre LAFC la primavera pasada.
“La atmósfera era eléctrica”, dijo Esparza.
Esparza fue uno de varios que tenía sentimientos encontrados sobre el nuevo fichaje de alto perfil de San José, Hernán López. El sobrino nieto de Diego Maradona se mudó de River Plate en Argentina a South Bay por el elevado precio de 6 millones de dólares.
“Espero que sea bueno y que hagamos más fichajes como ese y traigamos aún más fans”, dijo Esparza. “Había un rumor de que íbamos a traer a Carlos Vela, y eso hubiera sido bueno”.
Juan Valdovinos era mucho más pesimista, derrotado por años de decepción por apoyar a un equipo propiedad de John Fisher.
“Creemos que cada jugador que viene a San José es bueno”, dijo Valdovinos. “Pero luego apestan”.
Trujillo tenía una mentalidad de esperar y ver qué pasaba cuando se trataba del talentoso mediocampista.
“No estoy realmente entusiasmado con los grandes nombres, porque pueden ser grandes nombres, pero todo se reduce a cómo se desempeñan”, dijo el residente de Hollister. “La gente tiene grandes esperanzas porque está relacionado con fulano de tal”.
Leonel Madrigal, uno de los amigos de Valdovinos y compatriota mexicano-estadounidense, no estaba interesado en apoyar a un hombre de los mayores rivales de México. Pero en lugar de preocuparse por si el fichaje del equipo funcionaría o no, optó por disfrutar de la música de la banda local Propia Lena en compañía de amigos.
“Tenemos el grupo, lo tenemos todo”, dijo Madrigal. “Esa banda son mis muchachos”.
Incluso si López puede cumplir con las expectativas establecidas por tener un pariente famoso, su brillantez ofensiva no solucionará la mayor debilidad del equipo.
Alan, el hermano menor de Jonathan Esparza, que está en quinto grado, es un gran fanático de los Quakes y sacudió la cabeza cuando hablaba del equipo de este año, que tiene marca de 1-1-8 y ha permitido 25 goles, el peor de la liga.
“La defensa tiene que ser mejor”, dijo el chico. “El año pasado lo hicimos bien y no sé qué pasó este año”.
Lorena Pantoja se mostró más alegre al entrar al juego con su familia. Originaria de Guanajuato, creció rodeada de este deporte y ha transmitido ese amor por el juego a sus dos hijos.
Vestida con el uniforme de la selección nacional de México, esperaba que los Quakes tuvieran una buena actuación en lo que sería el primer partido de fútbol de sus hijos.
“Queremos ver las vibraciones y la multitud y pasar un buen rato con los chicos”, dijo Pantoja.