Jomhouri-e Eslami, en su edición del lunes, tuvo duras palabras para los medios y funcionarios iraníes por enterrar la noticia de que siete fieles fueron asesinados en una mezquita chiita en la provincia afgana de Herat la semana pasada.
Escribió: “Desafortunadamente, este método se ha vuelto común para que personas inocentes en Afganistán sean martirizadas en el nuevo período del gobierno terrorista talibán takfiri, y basándose en un contrato no escrito, parece que se supone que los funcionarios iraníes deben permanecer en silencio frente a la matanza de musulmanes en Afganistán”.
Siguiendo el patrón de las mortíferas explosiones y bombardeos en Afganistán, Johmouri-e Eslami escribió que los miembros de la comunidad hazara en las zonas pobladas por chiítas, principalmente en la provincia de Herat, son víctimas de los incidentes casi semanalmente.
El diario argumenta: “Es absolutamente evidente que los talibanes intentan realizar una limpieza étnica, una limpieza religiosa y un desarraigo de sus oponentes y aplican esta decisión con firmeza”.
También refutó las afirmaciones de los talibanes de que Daesh está detrás de los ataques terroristas, diciendo que los talibanes culpan a Daesh para no empañar aún más su imagen internacional.