El ataque de Hamás al cruce de ayuda que mató a tropas israelíes deja las esperanzas de paz hechas jirones

Un ataque de Hamás a un cruce de ayuda que mató a tropas israelíes fue calificado anoche como prueba de que el grupo terrorista está utilizando a los palestinos como “escudos humanos”, frustrando las esperanzas de poner fin a la violencia en Gaza.

La escalada se produjo cuando la última ronda de conversaciones de alto el fuego estaba “al borde del colapso”, y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, descartó rotundamente cualquier fin de la guerra.

Se informa que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, suspendió un envío de municiones con destino a Israel en medio de protestas en campus universitarios contra su apoyo al país.

Ayer se lanzaron diez cohetes desde cerca de refugios civiles en el sur de Gaza hacia el cruce de Kerem Shalom, matando a tres soldados e hiriendo a 11, dijo el ejército israelí.

Como resultado, se cerró a los camiones de ayuda que viajaban desde Israel, justo cuando el jefe del Programa Mundial de Alimentos de la ONU advirtió sobre una “hambruna en toda regla” en el norte de Gaza.

La escalada se produjo cuando la última ronda de conversaciones de alto el fuego estaba “al borde del colapso”, y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, descartó rotundamente cualquier fin de la guerra (imagen de archivo).

El ejército israelí calificó el ataque como “un claro ejemplo de la explotación sistemática de instalaciones y espacios humanitarios por parte de la organización terrorista, y de su uso continuo de la población civil de Gaza como escudos humanos”.

El ex primer ministro israelí de línea dura, Naftali Bennett, dijo: ‘Sí, están bombardeando su propio sustento de alimentos y ayuda. Éste es otro ejemplo de la perversa estrategia de Hamás: matar a su propio pueblo para dañar a Israel.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel añadió: ‘Hamas dispara cohetes desde centros civiles en los cruces humanitarios. Esto le dice todo lo que necesita saber.’

Pero fuentes de Hamás insistieron en que el objetivo era una base militar israelí y negaron que se utilizara a civiles como escudos humanos.

Se produjo cuando las conversaciones entre los negociadores de Hamas y los mediadores egipcios y qataríes en El Cairo amenazaban con fracasar. Netanyahu dijo que Israel está dispuesto a detener los combates para asegurar la liberación de más de 130 rehenes que se cree que están en poder de Hamás.

Pero Hamás insiste en que cualquier alto el fuego debe ser parte del fin de la guerra en curso en Gaza.

El Ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, advirtió que el estancamiento significaba que nuevas acciones militares contra Rafah –donde se han refugiado más de un millón de residentes desplazados de Gaza– “comenzarían en un futuro muy cercano”.

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