QUERIDA SEÑORITA MODALES: Soy una mujer miembro de una sociedad vitivinícola internacional mayoritariamente masculina y disfruto pellizcando las narices de los hombres. No puedo ni lo negaré.
Me gustaría mucho comprar unos guantes de 18 botones, con opción a dar vuelta la parte del guante. Sería un placer volverme hacia mi compañero de mesa y pedirle, con toda dulce inocencia, que me ayude a desabrochar la parte de la mano del guante.
El problema es que tengo problemas para encontrar los términos de búsqueda en línea adecuados para utilizar. Me sigue dando guantes negros, pero quiero niño blanco. ¿Podría tener algún consejo sobre cómo buscar proveedores de este tipo?
PD: También me gusta sacar mis quevedos del bolso de noche de mi abuela para leer el menú de la mesa.
AMABLE LECTOR: Es posible que encuentre guantes de cabrito blancos de 18 botones sin usar en los mercados de pulgas. Por frágiles que sean, a menudo eran almacenados por mujeres que tal vez no hubieran podido usarlos todos.
Pero serían de poca utilidad para modificar a otros si esos otros incluyen a algunos que conocen los modales para usar los guantes y podrían sorprenderlo por error. Los guantes por encima del codo (“botón” se refiere al largo, ya que solo hay botones en la mano) se usan apropiadamente en ocasiones en las que el código de vestimenta es de gala, y tales ocasiones apenas existen hoy en día.
Y si bien tienes razón en que la parte de la mano está recogida hacia atrás para dejar los dedos al descubierto al comer o beber, ninguna dama le pediría a un caballero que jugueteara con su ropa.
En cuanto a los quevedos, tienes la bendición de la señorita Manners, si crees que vale la pena pellizcarte la nariz. ¿No encuentras unos impertinentes?
QUERIDA SEÑORITA MODALES: Solicité un trabajo a través de una agencia temporal en un país que no habla inglés.
Recibí una respuesta con el encabezado “Hola Ian” y la persona también usó palabras en inglés sin ningún motivo.
Entonces respondí que no me gusta que me acerquen con ese tipo de lenguaje (“Oye”). Se puso furioso y me llamó grosero e irrespetuoso.
Luego me envió otro correo electrónico, esta vez con el encabezado “Hola Ian”.
Me parece muy grosero y poco profesional que me hablen en ese tipo de lenguaje. No soy su compañero de bebida.
Trabajé durante 20 años en hoteles de 4 y 5 estrellas y nunca se me habría ocurrido saludar a un huésped con un “Hola”.
¿Alguna idea? ¿Soy demasiado mayor?
AMABLE LECTOR: ¿Quizás demasiado cascarrabias?
A Miss Manners no le importan más que a usted las falsas amistades. Pero tampoco tolera la grosería de hacer críticas no solicitadas, y mucho menos la tontería de hacérselas a un posible empleador.
Presumiblemente, no corre ningún peligro de conseguir ese trabajo en particular. Pero a ella le preocupa tu plan de trabajar en un país extranjero cuando eres intolerante con las diferencias en el uso del idioma. Ese extranjero bien pudo haber pensado que a los estadounidenses les gustaba que se dirigieran como a él. Se ha vuelto tan común que muchos de ellos deben hacerlo.
QUERIDA SEÑORITA MODALES: ¿Cuál es el saludo adecuado de una mujer o un hombre sin hijos en el Día de la Madre o el Día del Padre?
AMABLE LECTOR: “Hola.”
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