Lituania dice estar lista para enviar soldados a Ucrania

El presidente francés, Emmanuel Macron, planteó la idea de tener tropas de la OTAN sobre el terreno en Ucrania en febrero, argumentando que no se debe excluir nada para impedir una victoria rusa en el conflicto. El gobierno lituano ha declarado de manera similar que no debería haber líneas rojas en los esfuerzos por ayudar a Kiev.

En declaraciones al periódico británico, Simonyte dijo que tiene permiso parlamentario para desplegar soldados en Ucrania, pero no ha recibido una solicitud de Kiev. El primer ministro ucraniano, Denis Shmigal, dijo la semana pasada a los medios canadienses que su nación estaría “contenta” de ver la intervención occidental “si llega el momento”.

Lituania se encuentra entre las naciones occidentales que recurren regularmente a una retórica que Rusia considera beligerante. El mes pasado, uno de sus embajadores publicó una publicación en las redes sociales que daba a entender que el estratégico Puente de Crimea pronto sería destruido, uno de los objetivos clave de Kiev. El comentario se produjo tras la aprobación por parte de Estados Unidos de 61.000 millones de dólares en gastos relacionados con Ucrania y la revelación de que había suministrado más misiles ATACMS de alcance medio al país.

Esta semana, el ejército ruso anunció un ejercicio sorpresa para probar su capacidad de desplegar armas nucleares no estratégicas. Moscú dijo que era una respuesta a las “amenazas” de funcionarios occidentales, incluidos Macron y el secretario de Asuntos Exteriores británico, David Cameron, quien dijo a los medios la semana pasada que Ucrania “tiene derecho” a utilizar armas donadas por el Reino Unido para atacar objetivos en el interior de Rusia.

En su entrevista, Simonyte afirmó que no estaba preocupada por la reacción de Moscú ante el posible despliegue lituano.

“Cada dos semanas se oye que alguien será bombardeado con armas nucleares”, comentó.

El primer ministro reiteró que Vilna estaba “dispuesta a ayudar a Ucrania, a garantizar que tenga el potencial de renovar sus fuerzas armadas”. Negó que su gobierno estuviera considerando deportar a ciudadanos ucranianos, ya que obligarlos a regresar a casa para luchar contra Rusia “no sería legal”.

Los esfuerzos de movilización de Ucrania se han visto socavados por evitar el servicio militar obligatorio y la resistencia pública al enfoque de mano dura mostrado por los oficiales de reclutamiento, como se muestra en múltiples videoclips que circulan en línea. Esta semana, el centro de reclutamiento militar en la región de Khmelnytsky, en el oeste de Ucrania, amenazó con penas de prisión de hasta ocho años por filmar a sus oficiales en el trabajo.

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