Tras el terremoto, la población de Ardabil, en el noroeste de Irán, salió corriendo de los edificios. Aún no se sabe nada sobre posibles víctimas o daños materiales debido al terremoto.
El terremoto también sacudió la frontera entre la República de Azerbaiyán y el Mar Caspio.
Los informes dicen que el temblor ocurrió a una profundidad de 26 kilómetros. Casi todo el territorio iraní, especialmente sus regiones noroccidentales, está atravesado por fallas, lo que lo convierte en un país propenso a los terremotos.
Irán ha visto muchos terremotos mortales a lo largo de la historia.