El presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo chino, Xi Jinping, acordaron fortalecer los vínculos en materia de energía, comercio, seguridad y geopolítica, mientras ambas partes mostraban su estrecha relación en un contexto de malestar regional.
Ambos líderes compartieron su visión en un comunicado difundido por el Kremlin tras una reunión en Beijing, con referencias específicas a la guerra en Ucrania, la soberanía en Taiwán y los combates en Oriente Medio.
“En condiciones de turbulencia internacional, las relaciones ruso-chinas resisten la prueba de los rápidos cambios en el mundo, demostrando fortaleza y estabilidad, y están atravesando el mejor período de su historia”, según el comunicado.
Putin y Xi dijeron que “profundizarían la confianza” y la “cooperación” militar ampliando los ejercicios duales y el entrenamiento de combate, realizando periódicamente patrullas marítimas y aéreas conjuntas y mejorando el “nivel de respuesta conjunta a los desafíos y amenazas”.
Los dos países también expresaron “muy profunda preocupación” por lo que describieron como actividad militar estadounidense “extremadamente desestabilizadora” con aliados “que tienen una clara orientación antirrusa y antichina”.
Haciendo referencia a la invasión de Ucrania por parte de Moscú, Rusia anunció que acoge con agrado la disposición de China a “desempeñar un papel constructivo” en la solución política y diplomática de la guerra.
“Es necesario eliminar sus causas profundas y adherirse al principio de indivisibilidad de la seguridad”, añade el comunicado.
“No puede haber ganadores en una guerra nuclear y nunca debería librarse”.
Putin se reunió con Xi en Beijing durante una visita de Estado al país asiático el jueves. Es el primer viaje de Putin al extranjero desde que prestó juramento para un quinto mandato como presidente a principios de este mes.