El Barcelona difícilmente podría haber cronometrado mejor el despido de Xavi Hernández el viernes pasado en aras de la narrativa, dado que transcurrió un mes desde que se confirmó su seguridad laboral. Sin embargo, no fue menos confuso para los fanáticos, tratar de descubrir cómo en el espacio de unas pocas semanas pudo ocurrir un giro tan dramático de los acontecimientos, sin que realmente cambiara mucho la situación de Barcelona.
Se supo que el presidente Joan Laporta estaba furioso por sus declaraciones a la prensa de que “sería difícil competir” con los recursos que tenía el Barcelona, de cara al partido contra el Almería. Desde allí hasta el despido de Xavi pasaron menos de 10 días, donde múltiples fuentes informaron que Laporta se había enfurecido y decidió despedir a Xavi.
🚨 Hansi Flick aprecia mucho a Joshua Kimmich, pero un posible traslado al Barcelona no es un tema candente en este momento. @_kochmaximilian
— Barcacentre (@barcacentre) 27 de mayo de 2024
Sin embargo, la realidad es que fue la gota que colmó el vaso y no la mecha que detonó la dinamita. Matteo Moretto ha revelado que fue solo la última edición de las palabras de Xavi lo que atrajo la ira de la comisión deportiva, incluido el director deportivo Deco, y Laporta. Estos hechos se produjeron en medio de un ‘distanciamiento real’ entre Xavi y Deco sobre los planes de traspaso.
El exentrenador siempre ha mantenido públicamente que no hay problemas entre ambos, aunque se suele decir que su relación empezaba a deteriorarse cuando Deco terminó su etapa en Barcelona, allá por 2008. Parece que no simpatizaba con Xavi , y viceversa, mientras tanto, y en última instancia, las predicciones de que podría ser la causa del conflicto el verano pasado terminaron cumpliéndose.