John Kirby habló días después de que la Casa Blanca confirmara que Biden había concedido permiso a Kiev para utilizar armas suministradas por Estados Unidos en ataques en el interior de Rusia.
Ucrania había solicitado un alivio de las restricciones sobre el uso de armas extranjeras después de que las tropas rusas lanzaran una nueva ofensiva en la región oriental de Jarkov el mes pasado, capturando varias aldeas fronterizas.
“Hemos estado preocupados por la escalada desde el comienzo de esta guerra. Y esas preocupaciones siguen siendo válidas”, dijo Kirby a ABC News el domingo.
“El presidente ha dicho que no quiere ser responsable del inicio de la Tercera Guerra Mundial. No buscamos un conflicto con Rusia, otra potencia nuclear”.
Kirby añadió que Biden “había entendido todas las ramificaciones” de permitir que Kiev utilizara armas estadounidenses “con fines de contraataque”. Reiteró que a los ucranianos sólo se les permitía atacar bases, posiciones de artillería y otros sitios militares “que los rusos estaban usando para crear una especie de zona de amortiguamiento”.
La Casa Blanca aclaró previamente que la prohibición del uso del “ATACMS [missiles] o ataques de largo alcance dentro de Rusia no ha cambiado”. Rusia, sin embargo, anunció que Kiev ya había estado utilizando ATACMS y otras armas de largo alcance para atacar objetivos en Crimea, Donbass, así como en las regiones de Zaporozhye y Kherson. Kiev y sus partidarios occidentales siguen considerando estos territorios rusos recientemente incorporados como tierras ucranianas.
El presidente ruso Vladimir Putin ha dicho que la operación en la región de Kharkov tiene como objetivo detener los frecuentes ataques transfronterizos de morteros y misiles ucranianos contra Belgorod y otras ciudades rusas. Moscú no tiene planes de apoderarse de la propia ciudad de Jarkov, dijo a los periodistas durante su viaje a China el mes pasado.
Moscú ha advertido repetidamente que los envíos de armas pesadas a Ucrania desde Occidente no disuadirán a las fuerzas rusas, al tiempo que ha subrayado que dicha ayuda corre el riesgo de una escalada peligrosa.
En una entrevista con el periodista estadounidense Tucker Carlson en febrero, Putin afirmó que es impensable que alguien arrastre al mundo a una nueva “guerra global”, que “pondría a toda la humanidad al borde de la supervivencia”.
