Algunos futbolistas luchan por adaptarse a la vida fuera del fútbol y, aunque cada vez hay más programas dedicados a garantizar que los jugadores tengan algo en qué seguir después de terminar su carrera, no es raro que los futbolistas lleguen a los treinta y tantos años sin un plan o una posición. El defensa del Real Valladolid Fran Ortuño no será uno de esos casos.
El jugador de 21 años fichó procedente de Linares para el Promesas y jugó un papel clave en su supervivencia en Segunda RFEF, la cuarta división de España. Sin embargo, tiene muchas cosas de qué preocuparse más allá de la supervivencia, como lo explica Diario AS. Actualmente estudia ingeniería mecánica y cuenta además con una cartera de negocios multimillonaria.
Después de montar un negocio a los 17 años, lo vendió por 100.000 euros, lo que le permitió seguir invirtiendo principalmente en marketing digital y comercio electrónico. Su primer negocio fue una consultoría para inversiones en comercio electrónico. Ahora cuenta con cuatro negocios que facturan más de un millón de euros al año. La principal inversión está en el sector educativo y la venta online, una segunda es un fondo de inversión, una tercera en inteligencia artificial y una cuarta en inmobiliario.
Ortuno opera su floreciente imperio desde Dubai, donde tiene acceso a fondos e inversores de alto poder, pero al más puro estilo andaluz (es originario de Jaén), Ortuno también vende una línea exclusiva de aceite de oliva. Quienes lo rodean dicen que entrenar para Ortuño es un alivio a su apretada agenda y le permite soltarse, en lugar de ser una tarea.
La comparación más cercana bien podría ser uno de sus potenciales oponentes el próximo año, en caso de que Ortuño ascienda al primer equipo y el Espanyol ascienda a La Liga. El delantero Martin Braithwaite tiene un vasto imperio inmobiliario valorado en unos 250 millones de euros en total, eclipsando sus ganancias en el Barcelona o el Espanyol.