El escolta de los Dallas Mavericks, Kyrie Irving, centro, conduce hacia la canasta contra los Boston Celtics durante la primera mitad del Juego 4 de las finales de baloncesto de la NBA, el viernes 14 de junio de 2024, en Dallas. (Foto AP/Julio Cortez)
DALLAS – La racha personal de 13 derrotas consecutivas de Kyrie Irving contra los Celtics ha terminado.
Ahora está de regreso en Boston para enfrentarse nuevamente a su ex equipo, los Dallas Mavericks, que siguen vivos en las Finales de la NBA después de evitar una barrida con una paliza de 122-84 en el Juego 4 el viernes por la noche.
Los primeros dos partidos como visitante en esta serie no fueron los mejores de Irving, los dos en Dallas fueron bastante mejores a pesar de una derrota en el Juego 3 que dejó a los Mavs con un déficit que ningún equipo de la NBA ha superado para ganar una serie de playoffs.
Combine eso con un impacto mucho mayor de los jugadores de rol alrededor de Irving y su coprotagonista Luka Doncic, y tal vez los constantes abucheos a Irving por parte de los fanáticos abandonados en Boston no suenen tan fuerte en el Juego 5 el lunes por la noche.
Muchos fanáticos de los Celtics vestidos de verde estaban planeando una celebración en Texas, pero los fuertes aplausos temprano cuando el juego estaba cerrado no duraron mucho.
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“Viste a todos esos fanáticos de los Celtics allí esta noche. Viajan en manadas”, dijo Irving, quien pasó dos temporadas en Boston. “Cuando vayamos a Boston, todavía habrá un montón de ellos gritando un montón de locuras, pero creo que hemos podido crecer y enfrentar esta adversidad de frente.
“Nos estamos descubriendo de una manera loca durante la etapa más alta del baloncesto”, dijo Irving. “Así que es algo hermoso, pero también puede ser caótico si no sabes cómo mantener el equilibrio”.
Si los Mavericks quieren convertirse en apenas el duodécimo de 157 equipos en forzar un Juego 6 después de quedarse atrás 3-0, y devolver la serie por el título a Dallas, el elenco de apoyo de Irving y Doncic tendrá que seguir así.
Dereck Lively II anotó un triple por primera vez en su carrera, exactamente siete meses después del segundo de los dos intentos de la temporada regular desde más allá del arco por parte del pívot novato de 7 pies 1 pulgadas.
En un momento de la segunda mitad, Lively tuvo 12 rebotes, su total final, frente a 16 para Boston. No es de extrañar que Dallas superara a los Celtics 60-26 en la pintura, donde Lively anotó los otros ocho de sus 11 puntos.
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Dante Exum anotó dos triples y le quitaron otro cuando la repetición reveló que se había salido de los límites. Los encestes desde lo profundo provinieron de tantos jugadores de Dallas (14 de 23, aunque esos números estuvieron un poco sesgados por la paliza) que no importó que Doncic e Irving se combinaran para anotar 1 de 14.
“Son cinco personas en la cancha”, dijo Doncic. “Eso es enorme para nosotros. Todos jugaron con mucha energía. Así es como tenemos que hacerlo. Tenemos que pensar de la misma manera en el Juego 5 en Boston”.
Doncic anotó 25 de sus 29 puntos en la primera mitad, mientras que Irving anotó 10 de sus 21 en el tercer cuarto para ayudar a llevar una ventaja de 26 puntos al medio tiempo a 38 antes de que todos los titulares quedaran fuera del juego definitivamente al final del tercero.
Los juegos de Lively en las finales han reflejado en cierto modo los de Irving, su compañero de Duke. El joven de 20 años estaba mayoritariamente tranquilo en Boston. Los dos partidos en Dallas lo colocaron en compañía de Magic Johnson como los únicos rookies con doble-doble consecutivo en las Finales de la NBA.
Reemplazó al titular Daniel Gafford antes que en cualquiera de los juegos finales anteriores, y el entrenador Jason Kidd dijo que Lively estaba en el lugar correcto, la esquina derecha, cuando acertó el triple para poner a Dallas adelante definitivamente unos tres minutos después.
Es poco probable que Lively sea titular en este momento, algo que hizo al principio de su temporada de novato, pero la multitud probablemente lo notará cuando se dirija a la mesa de anotadores por primera vez en Boston.
“Si me dejan abierto en la esquina, seguro que los voy a levantar”, dijo Lively. “Se trata simplemente de tener esa confianza. Luka me va a dar el balón. Tan pronto como le disparé, saltó de alegría cuando entró”.
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Irving todavía está tratando de encontrar algo de alegría en Boston y tendrá otra oportunidad esta temporada.