El receptor en la sala del tribunal: cómo David Sugden transformó las habilidades atléticas en éxito en el juicio

Crédito de la imagen: David Sugden

cuando preguntas David Sugden lo que lo preparó para su carrera como un destacado abogado litigante civil, obtienes una respuesta inesperada.

“Béisbol”, dice con una sonrisa.

En la sala del tribunal, como en el diamante, Sugden inspira atención y respeto. Pero detrás de la pulida fachada del hombre nombrado el mejor abogado litigante de California hay un viaje que comenzó en el diamante de béisbol de la Universidad Pepperdine, de donde Sugden vino desde su Canadá natal y perfeccionó las habilidades que dieron forma a su carrera legal.

Al igual que el receptor es una posición de especialidad en el béisbol, Sugden tiene su propia especialidad en derecho. A pesar del estereotipo de que los abogados pasan todos sus días en los tribunales, sólo entre el 3 y el 5 por ciento de los casos llegan a juicio. La mayoría se conforman. A diferencia de la mayoría de los abogados, la práctica de Sugden se dedica a esa pequeña fracción de casos que efectivamente van a juicio. Ha pasado los últimos 20 años perfeccionando su oficio en la sala del tribunal frente a jueces y jurados.

“La mayoría de los abogados rara vez van a juicio. Mi objetivo es unir casos que ya han sido litigados, pero que ahora van a juicio”, dice Sugden.

Sugden atribuye su éxito a las lecciones que aprendió como jugador de béisbol universitario en Pepperdine. Sugden prosperó en el exigente papel de receptor y aprendió que la preparación, la fortaleza mental, el pensamiento estratégico y el trabajo en equipo inquebrantable eran las claves del éxito. Al reflexionar sobre su pasado atlético, Sugden establece paralelismos entre las lecciones aprendidas en el campo y los desafíos que enfrenta en la sala del tribunal.

“En el béisbol, como en el derecho, la preparación y la práctica deliberada lo son todo”, comenta Sugden. “Como receptor, tenía que conocer a los bateadores del equipo contrario, sus tendencias, sus debilidades. También tenía que conocer a nuestros lanzadores, sus puntos fuertes y cómo estaban mejor motivados. De manera similar, en la sala del tribunal, entiendo a los jugadores: los testigos, el abogado de la parte contraria, el juez, el jurado. Pero lo más importante es que entiendo los hechos del caso y cómo comunicarlos de manera persuasiva”.

David Sugden
David Sugden

La disciplina que Sugden aprendió en el diamante de béisbol la siguió en la Facultad de Derecho de la Universidad Pepperdine y en su carrera. Después de estudiar derecho, se unió a Call & Jensen en Newport Beach, California, firma en la que permanece hasta el día de hoy. Aunque rápidamente se convirtió en socio de la firma, sabe que la disciplina y el trabajo duro fueron fundamentales para seguir creciendo como abogado.

Sugden recuerda, sus ojos reflejan su determinación: “En el béisbol, nunca me consideré dotado o talentoso por naturaleza. Sin embargo, lo que sí podía controlar era mi esfuerzo por mejorar. Y creía que si me comprometía a mejorar constantemente, podría tener éxito”. De hecho, Sugden tuvo éxito: obtuvo los honores del Primer Equipo de la Conferencia en su último año y fue nombrado Académico All-American varias veces.

La perseverancia y el valor de Sugden le han resultado muy útiles en la sala del tribunal.

“En los deportes se aprende a aceptar la adversidad y a prosperar bajo presión”, reflexiona Sugden. “Y esas mismas cualidades son indispensables en la sala del tribunal, donde cada caso presenta su propio conjunto de desafíos”.

Como receptor, Sugden no sólo era responsable de realizar los lanzamientos y gestionar el juego, sino también de fomentar un sentido de camaradería entre sus compañeros de equipo.

“El béisbol es un deporte de equipo”, enfatiza Sugden. “Y ser un buen compañero de equipo significa apoyarse unos a otros, animarse unos a otros y trabajar juntos hacia un objetivo común. Muy a menudo, otros abogados me llaman a participar en un caso cuando está claro que va a ir a juicio. Sé lo importante que es ser un buen compañero de equipo para tener éxito”.

Este espíritu de trabajo en equipo y colaboración forma la base del enfoque de Sugden hacia los ensayos.

“El éxito no se logra de forma aislada”, afirma Sugden. “Se necesita un equipo dedicado que trabaje en conjunto para lograr el mejor resultado posible para nuestros clientes”.

Pero quizás la lección más duradera que Sugden aprendió en el diamante de béisbol fue la importancia del liderazgo. “Como receptor, debes predicar con el ejemplo, inspirar confianza en tus compañeros de equipo y tomar decisiones en fracciones de segundo bajo presión”, explica Sugden. “Un lanzador que tiene una entrada difícil es inquietantemente similar a un testigo que pasa por un momento difícil durante un interrogatorio. A veces es necesario un viaje al montículo o un breve receso durante el juicio para ralentizar el juego y decirle a ese jugador o testigo: ‘vamos a estar bien’”.

Esta capacidad de liderar con confianza y convicción ha sido fundamental en el ascenso de Sugden en los litigios judiciales.

“En la sala del tribunal, entiendo la importancia de tener una presencia constante para mis clientes”, declara Sugden. “El estrés es contagioso. Pero también lo son la confianza y el optimismo. Al igual que los deportes, las pruebas son intrínsecamente inciertas, por lo que es esencial liderar con confianza y optimismo”. Abordo las pruebas con la misma preparación mental que en el campo de béisbol. Me concentro en lo que tengo que hacer mientras me aseguro de que todos conozcan su papel y sepan que todos en el equipo de prueba se apoyan mutuamente”. Sugden se ríe y explica: “Y luego les digo: ‘Vamos a obtener ese veredicto'”.

Mientras Sugden reflexiona sobre su viaje de atleta a abogado, está agradecido por las invaluables lecciones impartidas en su carrera universitaria en el béisbol.

“El béisbol me enseñó más que solo cómo batear una bola curva o pedir una bola rápida”, reflexiona Sugden. “Me enseñó la importancia del trabajo duro, la preparación mental y el trabajo en equipo, cualidades que me han guiado en cada paso de mi carrera jurídica”.

Al final, la historia de Sugden sirve como un poderoso recordatorio de que las lecciones aprendidas en el campo trascienden el deporte y moldean el carácter y la fortaleza de quienes se atreven a soñar en grande y perseguir sus pasiones con determinación inquebrantable.

Para obtener más información sobre David Sugden, visite su sitio web. evidenciaatrial.com.

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