Se espera que los ruandeses reelijan a Paul Kagame para un cuarto mandato en las elecciones presidenciales del mes próximo. Tras haber guiado al país desde que puso fin al genocidio de los tutsis en 1994, el presidente se presenta como una figura paterna, garantizando la estabilidad y la prosperidad de millones de ciudadanos. Durante los últimos 24 años, ha sido reelegido con nada menos que el 93 por ciento de los votos. La mayoría de los ruandeses menores de 30 años sólo han conocido a Kagame como jefe de Estado. Pero muchos observadores describen su régimen, en el que sólo se tolera un partido de oposición, como autoritario. Aunque la abrumadora mayoría de los jóvenes apoya plenamente al partido presidencial, algunos buscan un cambio. Nuestros reporteros fueron a conocer a la “generación Kagame”.
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