Esa cifra cae al 37% entre los votantes de los partidos del bloque religioso de derecha de Netanyahu, el 53% de los cuales piensa que el líder más antiguo en el cargo de Israel debería quedarse, según la encuesta de noticias del Canal 12.
En total, el 27% de los encuestados quiere que compita en las próximas elecciones, frente al 66% que dice lo contrario y el 7% que no lo sabe.
Cuando se les preguntó quién debería liderar una posible alianza electoral de derecha, una pluralidad (30%) dijo que el ex primer ministro Naftali Bennett, seguido por el líder del partido Yisrael Beytenu, Avigdor Liberman, y el ex jefe del Mossad, Yossi Cohen, con un 10% cada uno. El cuatro por ciento de los encuestados dice que el jefe de la facción Nueva Esperanza, Gideon Sa’ar, y el resto de los encuestados dice que ninguno de ellos o no lo sabe.
Un enorme 85% de los encuestados quiere que una comisión de investigación estatal investigue los fallos que rodearon el 7 de octubre, mientras que sólo el 6% se opone y el resto no lo sabe.
Desde el comienzo del devastador ataque israelí contra la Franja de Gaza el 7 de octubre, la oposición israelí junto con las familias de los cautivos israelíes detenidos en Gaza han estado organizando protestas para mostrar su descontento por su conducta en las negociaciones de alto el fuego.
Netanyahu también enfrentó oposición pública con su controvertido plan de reforma judicial que limita el poder del poder judicial.
Israel, burlando una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que exige un cese del fuego inmediato, ha enfrentado la condena internacional en medio de su continua y brutal ofensiva contra Gaza desde un ataque del 7 de octubre del año pasado por parte de Hamas.
Desde entonces, más de 37.800 palestinos han muerto en Gaza, la mayoría de ellos mujeres y niños, y más de 86.800 han resultado heridos, según las autoridades sanitarias locales.
Después de más de ocho meses de guerra contra Israel, grandes extensiones de Gaza quedaron en ruinas en medio de un bloqueo paralizante de alimentos, agua potable y medicinas.
Las organizaciones de derechos humanos han advertido que miles de personas en el enclave asediado enfrentan el riesgo de hambruna en medio del continuo y devastador ataque israelí.