Los candidatos principistas apoyan a Jalili en la segunda vuelta presidencial de Irán

Los candidatos principistas en las elecciones presidenciales anticipadas en Irán, que ganaron notoriedad por sus profundos abismos antes de la primera vuelta de las elecciones el viernes, ahora han emitido declaraciones de apoyo a Saeed Jalili, el candidato del “Frente de la Revolución” que quedó en segundo lugar y se abrió camino a una segunda vuelta que se celebrará el próximo viernes.

Jalili, que obtuvo más de 9,47 millones, o el 38,61 por ciento, de los votos, tendrá que enfrentarse al único candidato reformista Massoud Pezeshkian, que obtuvo más de 10,41 millones, o el 42,45 por ciento, del total de 24,55 millones de votos.

El otro candidato principista, Mohammad Baqer Qalibaf, quien fue duramente vilipendiado por no abandonar la carrera en apoyo de Jalili, emitió una declaración justo después de que el Ministerio del Interior publicara los resultados finales el sábado, diciendo: “Tratemos todos de hacer del Dr. Jalili el jefe de la próxima administración”.

Alireza Zakani, el otro candidato principista que retiró su candidatura el miércoles en favor del Frente Revolución, afirmó que todos sus cuarteles de campaña trabajarán para la victoria de Jalili.

Amir-Hossein Ghazizadeh Hashemi, quien también renunció a su candidatura en favor de un frente de derecha más fuerte, pidió a la nación y a los candidatos de ideas afines que respaldaran a Jalili.

La petición se produce a pesar del argumento de Hashemi en debates televisados ​​de que Jalili no puede ser considerado la continuación del camino del difunto presidente Ebrahim Raisi, quien murió junto con sus compañeros en un trágico accidente de helicóptero el 19 de mayo.

Pezeshkian, sin embargo, que cuenta con un respaldo sin precedentes de gigantes reformistas y moderados, incluidos los ex presidentes Mohammad Khatami y Hassan Rouhani, así como el ex ministro de Relaciones Exteriores Mohammad Javad Zarif, ha anunciado previamente que su principal desafío no es ninguno de los candidatos presidenciales, sino el gente desilusionada que ha dado la espalda a las urnas debido principalmente a las duras condiciones económicas.

Las cifras oficiales sitúan la participación de electores en la primera vuelta en un 40 por ciento.

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