Re: “Luisiana adoctrinando a los estudiantes en el cristianismo” (Página A6, 25 de junio).
En una contribución reciente sobre la exhibición de los Diez Mandamientos en las escuelas, David Herlich afirma: “Luisiana aprobó con entusiasmo una ley diseñada para convertir al cristianismo a todos los escolares del estado”. Luego aprovechó esa base tambaleante y preguntó: “Me pregunto cómo se sentiría la gente si se exigiera que el Corán se publicara en letras grandes en todas las aulas”.
Eso es claramente manzanas con naranjas. Si estuviera en un país donde el Corán fuera una piedra angular de su existencia, ciertamente esperaría y aceptaría referencias a él en lugares públicos. No lo consideraría como un intento de convertirme a nada en absoluto.
El código de educación del estado de California dice: “Nada en este código impedirá o excluirá de las escuelas públicas las referencias a la religión, la literatura o las exhibiciones que tengan un significado religioso”. ¿Por qué no más, no menos, exhibiciones de nuestro patrimonio nacional?
Norvan Johnson
Sunnyvale