Como dije en la reseña de la X-T5, el verdadero poder aquí es el nuevo procesador X, que decodifica los datos del sensor. Hay algunas cosas que me gustan aquí que no eran tan evidentes en la X-T5. La primera es el consumo de energía reducido. La batería no ha cambiado con respecto al modelo anterior, pero Fujifilm afirma que captura 450 imágenes por batería, en comparación con las 420 que capturaba antes. Puede que no parezca una gran cosa, pero recuerde que el tamaño del sensor casi se duplicó y, francamente, cualquier mejora en este aspecto es una gran victoria.
Dicho esto, en la práctica no me acerqué ni de lejos a esa cantidad de disparos. El problema radica en las maravillosas simulaciones de película de Fujifilm, que utilizo mucho. Estas “recetas” permiten simular el aspecto de la película antigua (aquí soy partidario de la receta Tri-X). La reproducción de estos JPEG en la cámara requiere algo de tiempo, lo que reduce la duración de la batería. Según mis pruebas, el principal culpable parece ser la configuración de claridad, pero sea cual sea el caso, si planea utilizarlas (¡y debería hacerlo!), espere una menor duración de la batería.
Dejando a un lado la duración de la batería, la otra cosa que me encanta de la combinación del sensor X-Trans 5 y el X-Processor son los colores. Hay una tonalidad realmente maravillosa con un gran contraste de colores. La luz de la hora dorada, especialmente, se reproduce muy bien en estas imágenes.
Probablemente la queja más común sobre la X100V es el enfoque automático, que, seamos francos, no es bueno. Tengo buenas y malas noticias. En primer lugar, el enfoque automático es mucho mejor. Es más rápido y más preciso. Descubrí que esto es más cierto cuando utilizo los nuevos modos de seguimiento y reconocimiento de objetos. Me impresionaron especialmente los modos de reconocimiento de ojos y rostro, los cuales fueron excelentes para mantener nítidos en el encuadre incluso a los niños que se mueven rápidamente.
Basta decir que las mejoras en el enfoque automático son bienvenidas. Puede que no estén a la altura de los estándares de las cámaras sin espejo de gama alta de nivel profesional, pero la X100VI no es eso ni es el público al que va dirigida. El enfoque automático aquí es perfecto para una cámara de uso diario.