Aquí hay algunas razones por las que sufres calambres musculares y qué puedes hacer al respecto

Un calambre muscular es una contracción o endurecimiento inesperado de uno o más músculos del cuerpo. Estos episodios involuntarios pueden ser bastante dolorosos, ya que el músculo se contrae y no puede relajarse. Pueden durar desde unos segundos hasta unos minutos o incluso más. Si bien los médicos no saben exactamente qué causa los calambres musculares, existen algunas posibles causas y medidas preventivas que deben tener en cuenta quienes los sufren.

Los calambres musculares pueden producirse en cualquier parte del cuerpo, pero son más comunes en las piernas y los pies. Si bien los calambres musculares suelen ser más una molestia que un indicio de un problema de salud grave, pueden interferir con el sueño y otras actividades diarias.

El clima de verano puede ser un desencadenante potencial de calambres por calor, un tipo doloroso de calambre muscular. El exceso de sudor, la deshidratación y un desequilibrio de electrolitos en el cuerpo (especialmente cuando se realiza actividad física en climas cálidos) pueden provocar calambres musculares durante la actividad física o poco después de ella. Otros factores de riesgo de los calambres musculares incluyen la edad avanzada, el desacondicionamiento de los músculos, el embarazo y ciertos problemas médicos como la diabetes.

Si bien los calambres musculares no son perjudiciales, otros síntomas graves adicionales de las enfermedades relacionadas con el calor, como fatiga, vómitos, mareos, dolor de cabeza, fiebre alta y dificultad para respirar, son signos de agotamiento por calor que requieren atención médica inmediata. Los bebés y los niños pequeños, así como los adultos mayores de 65 años, que tienen presión arterial alta o problemas cardíacos o toman ciertos medicamentos, tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con el calor. Otros grupos vulnerables incluyen a las personas sin hogar, las personas con discapacidades y las personas que trabajan al aire libre.

Consumir una cantidad adecuada de minerales esenciales o electrolitos en la dieta habitual puede ayudar a evitar los calambres musculares. Los alimentos naturalmente ricos en potasio, calcio, magnesio y sodio ayudan a mantener un cuerpo sano, incluida la señalización nerviosa y el funcionamiento muscular. Es bien sabido que los plátanos son ricos en potasio, pero también lo son los frutos secos, las semillas, el melón, los tomates y los productos derivados del tomate. Otros alimentos ricos en minerales son los productos lácteos, el salmón, las legumbres y las verduras de hoja verde como la espinaca y la col rizada.

Evite consumir demasiados alimentos procesados ​​y comida rápida, que suelen tener un bajo contenido de nutrientes importantes necesarios para tener músculos sanos. Además, el consumo de alcohol se asocia con calambres musculares, por lo que debe limitar o evitar las bebidas alcohólicas.

Mantenerse bien hidratado, especialmente cuando se trabaja o se hace ejercicio en el calor durante períodos prolongados, es importante para prevenir los calambres musculares y las enfermedades relacionadas con el calor. Si bien el agua es la mejor opción para hidratarse, las bebidas o mezclas con electrolitos pueden ayudar a reemplazar los minerales que se pierden a través del sudor. Busque productos de hidratación con electrolitos sin azúcar agregada. Otras buenas opciones para hidratarse incluyen el agua de coco y el caldo.

En general, los estudios muestran que calentar y estirar antes y después del ejercicio, así como estirar antes de acostarse, parecen ayudar a reducir los calambres musculares inducidos por el ejercicio y los calambres musculares nocturnos, respectivamente.

Aunque se desconoce la causa de los calambres musculares, parece que son multifactoriales y probablemente de naturaleza más sistémica, no simplemente un problema del músculo afectado. A continuación, se indican algunas medidas de salud integral que puede tomar para ayudar a prevenir los calambres musculares:

1. Manténgase bien hidratado, especialmente durante el clima caluroso del verano, y evite beber alcohol.

2. Realice estiramientos suaves antes y después de la actividad física y antes de acostarse.

3. Consuma alimentos integrales ricos en minerales esenciales, como potasio, calcio, magnesio y sodio, y limite los alimentos altamente procesados.

4. Tenga cuidado al realizar actividad física al aire libre en condiciones de calor extremo.

5. Hable con su proveedor de atención médica para obtener un plan personalizado para prevenir y controlar los calambres musculares.

LeeAnn Weintraub, MPH, RD es una dietista registrada que brinda asesoramiento y consultoría nutricional a personas, familias y organizaciones. Puede comunicarse con ella por correo electrónico a RD@halfacup.com.

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